Así en la tierra. Davide Enia

Por Mientrasleo @MientrasleoS

     "Dos son los que están en el ring.
     Uno pesa cincuenta y siete kilos, mide un metro sesenta y cinco, tiene veintiséis años.
     El otro no sabe cuánto pesa, no importa la altura que tiene, ya crecerá.
     No le han vendado las manos, lleva puestos los guantes, brinca sobre el cuadrilátero.
     tiene nueve años."
     Con esa mirada y ese niño era imposible resistirse al libro. Me había cautivado. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Así en la tierra.
     Conocemos a Davide cuando se sube al ring de boxeo por primera vez. El propio Davide echa la vista atrás para contarnos su vida desde la infancia en un pueblo de Palermo, a la sombra de la muerte de su padre, un gran púgil y junto a su abuelo Rosario y su tío Umbertino. Descubriremos su vida, sus amigos, peleas y su primer amor.
     Cincuenta años y tres generaciones de una misma familia son los pilares en torno a los que gira una historia que, a grandes ratos, sorprende por su ternura: la historia de Davidú, ese niño de 9 años subido a un ring con el que comienza el libro. Y será el propio protagonista quien mire atrás para relatarnos una historia que llega hasta los años noventa. En tanto tiempo podemos encontrar referencia a algún hecho más que relevante sucedido, máxime cuando el autor, al relatarnos una historia siciliana, nos deja paladear despacito desde las primeras páginas, la palabra mafia. Sin embargo no es una novela sobre la mafia como tampoco lo es sobre el boxeo pese al innegable protagonismo de este último. Así en la tierra es una historia de amistad, familia y amor, porque es digno de mención ese primer amor en la última infancia que nos relata el narrador cuyas sensaciones somos capaces de recordar y hacerlas propias.
     Davide llega a la novela tras una dilatada experiencia con el teatro. Y quizás precisamente por eso, el texto rebosa expresividad ganando la partida a un lector que no puede evitar terminar a los pies de los protagonistas. Lo mismo da sin nos habla del silencioso Rosario, o de Umbertino y su peculiar sentido de la vida que no duda en mostrar en arrebatos llenos de carácter. Amigos de pandillas infantiles, bravatadas y comentarios y reacciones que hoy escandalizarían a cualquiera logran no sólo encajar, sino que movamos la cabeza pensando eso de: "cómo eran". Si algo hay que destacar es la agilidad a la hora de leerlo, la ligereza incluso en los momentos más violentos, que lleva al lector volando por un relato amable cuya lectura ha supuesto un placer.
     He disfrutado mucho de una lectura que hice, además, en buena compañía. Porque hubo una vez un libro en el que se contaba la historia de lectores que se encontraban en la misma página de un libro, y al leer las mismas palabras se veían, quedaban en él. Y algo así supone leer un libro e ir comentándolo como quien pasea señalando con el dedo este o aquel monumento y disfrutando de detalles que, de no ser señalados, le hubieran pasado desapercibidos. Si queréis saber los detalles de mi compañera de viaje, os dejo aquí el enlace a la reseña de Cuentalibros.
     Me ha gustado descubrir a Enia, y he disfrutado mucho acompañando a Davidú mientras se convertía en hombre. Repetiré con el autor, no me cabe duda alguna.
    Por cierto, ¿vosotros habéis leído alguna vez en compañía, o en conjuntas que se dicen ahora?
Yo suelo hacerlo, siempre con la misma persona. Nos enconjuntamos de naranja y nos vamos de libros.
     Gracias