Gmail comenzó como un correo electrónico convencional pero con más espacio que las soluciones que existían hasta el momento. Con el tiempo, sin embargo, ha ido integrando elementos propios como la posibilidad de etiquetado y la integración de mensajería y calendarios. Hoy Google ha presentado una nueva versión de la bandeja de entrada que añade diferentes pestañas para organizar los mensajes y que es capaz de filtrar los correos según su procedencia y contenido.
Cuando el usuario recibe la actualización su bandeja de entrada queda dividida en cuatro pestañas: Principal, que guarda los mensajes de familiares, amigos y aquellos que se consideran "importantes"; Social, que guarda los avisos de redes sociales; Promociones, con ofertas y descuentos; y Notificaciones, donde van los mensajes con confirmaciones, facturas y recibos. Existe la posibilidad de añadir también una pestaña extra con mensajes provenientes de foros.
Los mensajes se organizan de forma automática pero es posible reorganizarlos arrastrando simplemente los encabezados entre las diferentes pestañas. Gmail "aprende" las preferencias del usuario y se ajusta a su forma de organizar los correos de forma que con el tiempo se vuelve más preciso. Durante esta semana, por ejemplo, mi experiencia fue mixta. Algunos correos de confirmación de vuelos llegaban a Promociones -probablemente porque en el interior del mensaje tenían ofertas asociadas de la línea aérea-, mientras que otros acababan Notificaciones.
Los usuarios, que recibirán la actualización durante las próximas semanas, podrán volver a la versión clásica de Gmail si así lo desean.
Google implantará también la nueva bandeja de entrada dentro de sus aplicaciones móviles, tanto las de Android como la de iOS. La app sólo mostrará los mensajes de Principal al abrirse pero se podrá navegar entre el resto de las pestañas. En los programas de correo de terceras compañías, con las cuentas sincronizadas mediante SMTP o POP3, la organización sigue siendo la misma y los correos se muestran en orden cronológico.
Fuente: elmundo ZONA-CIENCIA