Así estoy consiguiendo no comer dulces. my no sugar challenge

Por Bonitadasblog

 As you may have seen on my Instagram profile, I've decided to eliminate all added sugars and desserts from my life. Today is day seven since I ate them for the last time. Keep reading to know how I'm achieving this goal.

Como os he ido contando en varias ocasiones en mi perfil de Instagram, me he propuesto eliminar todo lo posible el azúcar y los dulces de mi vida diaria. Hoy hace 7 días que no he tomado ni un postre, ni galletas, ni tartas ni nada. Os cuento cómo lo estoy consiguiendo.


Si buscáramos en el diccionario la palabra "dulcero/a" y hubiese una foto para ilustrar el concepto, es más que probable que viésemos mi cara ahí. Siempre me han gustado las tartas, bollos, galletas, cremas, flanes, natillas, natas, chocolates, helados y demás, y soy de las que mira la carta de postres antes que cualquier otro plato en los menús de los restaurantes. No concibo terminar una comida o cena sin postre.
Y aunque luego lo compenso todo a base de comer muy sano (porque como de todo, pero me encanta comer cosas sanas) y de hacer ejercicio, y la genética ha sido generosa conmigo, lo cierto es que había llegado un momento en que tenía que parar un poco el carro. No ya por estética, que también porque el azúcar, por si no lo sabéis, además de engordar envejece la piel (como os conté en este post), sino por salud. Los efectos que el azúcar tiene en nuestro organismo no son nada alentadores, y si está en nuestra mano evitarlos, mejor que lo hagamos.
Así que me propuse eliminar de mi vida todo el azúcar añadido posible, y la vía para hacerlo era dejando de comer los postres que me metía entre pecho y espalda día sí y día también. Hoy, como os decía, es el séptimo día en que no he comido ni una tarta, ni una galleta, ni un chocolate, ni un helado. Nada. Niente. Asi que os quiero contar cómo he conseguido tener esta fuerza de voluntad, porque ya me estáis preguntando algunos de vosotros.
-Me sacio con la comida o cena. Antes era capaz de dejarme un hueco para el postre porque me gustaba tanto que me compensaba. Ahora me aseguro de saciarme -que no hincharme- con lo que esté comiendo o cenando, y así mi estómago no pedirá postre porque no tendré más hambre.
-No compro tentaciones. Bueno, sí las compro para mi marido, pero yo miro para otro lado cuando él las come. Y aquí sí que entra en juego una fuerza de voluntad de hierro, pero como previamente me he saciado comiendo o cenando, no me cuesta tanto.
-Las infusiones son mis amigas (más todavía). Hay infusiones que tienen un sabor refrescante (como el té verde con una rodaja de limón o el menta poleo) o dulce (como algunas combinaciones de plantas y aromas como el rooibos con canela o vainilla) que me hacen no tener esa ansiedad por tomar algo dulce. Además, como también llenan el estómago por el líquido y el calor, también sacian y eliminan esas ganas de dulce.
-La fruta es mi nuevo postre. Me estoy acostumbrando a no tomar postre, pero cuando me apetece mucho lo que hago es tomar fruta cortada en trozos en un bol, sola o con yogur griego sin azúcar. Así, aunque estoy tomando el azúcar de la fruta (la fructosa), al menos no es azúcar blanco refinado, ni harinas ni otras 💩.

-Me tomo mi green smoothie después de comer. Antes me tomaba mi batido de frutas y verduras con la comida, a modo de bebida. Ahora me lo tomo después de comer, y como es dulce porque lleva manzana y plátano, es como un postre. Sigo diciendo lo mismo, estoy tomando el azúcar de la fruta, pero al menos no es la mala, mala.
-Procuro distraerme y concentrarme en lo que estoy haciendo. Para mí un momento perfecto para tomarme un postre o unas galletas, un helado o chocolate es por la noche, después de cenar, cuando estamos viendo una serie en el sofá. Ahora me concentro en la serie con mi taza de infusión en la mano y me olvido de ese dulce que me apetece. Parece difícil, pero si resistes esos cinco minutos críticos, lo consigues.
-Tengo mis comodines. Uno es el chocolate negro con un 85% de cacao, que está bastante amargo y con una sola onza quita las ganas de comer dulce (y de vivir, diréis algunos 😅). El otro es Flavdrops, de MyProtein. Son unas gotas que se añaden a la leche, los batidos, las tortitas de avena, etc. y que dan un sabor súper intenso (de chocolate, de manzana, de caramelo, de crema de cacahuete, de plátano, de frambuesa...) sin aportar calorias ni azúcares. Yo tengo las de chocolate con crema de cacahuete y se las pongo a la leche, y el sabor es delicioso. Podéis comprarlas aqui, que además tienen un precio genial (yo llevo con el botecito más de un año y pico y aún me queda un montón).

-Además, estoy buscando recursos para hacer mis propios postres sin azúcar (y que estén buenos). En unos días os cuento más sobre esto, que he descubierto unos e-books muy interesantes.
En definitiva, cada vez me está costando menos resistirme a las tentaciones y la costumbre de comer dulces de postre cada día. Como dicen, es cuestión de habituarse, y sé que lo conseguiré.
Esto no quiere decir que nunca más coma ningún postre, que tampoco soy una mártir. Quiere decir que lo haré sólo esporádicamente y lo disfrutaré tanto que no necesitaré comerlo con regularidad.
¿Quién más está con el no sugar challenge? ¿Tenéis algún otro truco para resistir la tentación?