Así se construyó la Catedral de Toledo

Por Pablet
A la Catedral de Toledo se la conoce también como "Dives Toletana" (la rica de Toledo) y La Giganta llamada así por Vicente Blasco Ibañez en uno de sus libros. 
El espacio sobre el que se levanta la actual catedral ha sido tradicionalmente el centro religioso de la ciudad. Hay constancia que en el siglo IV el arzobispo Melancio levantó un templo en honor del Salvador y de Santa María y que el rey visigodo Recaredo consagro en el 587 la iglesia en honor a Santa María. 
La actual catedral se levanta sobre la iglesia consagrada en el 587 por el rey visigodo Recaredo y posteriormente covertida en mezquita musulmana, conocida como Ula Camii (la Gran Mezquita). 
La iglesia visigoda se levantó alrededor del pilar donde según la tradición descendió la Virgen para imponer la casulla a San Ildefonso en el momento de ir a decir misa. San Ildefonso se habia destacado por defender con especial ahinco la virginidad de María. Por su defensa, la Virgen descendió de los cielos para imponer al santo la casulla. Este relato muy reiterativo en Toledo nos ha llegado de la mano del gran poeta Gonzalo de Berceo (Berceo-La Rioja 1197? - 1264?). 
La ciudad de Toledo fue conquistada por el rey de León y Castilla en 1085. Uno de los puntos de las capitulaciones que hicieron posible la entrega de la ciudad sin derramamiento de sangre fue la promesa de este rey de conservar y respetar los edificios de culto, las costumbres y la religión tanto de musulmanes como de la gran población mozárabe; naturalmente, la mezquita mayor se hallaba comprendida en ese compromiso. Poco después, el rey tuvo que ausentarse por cuestiones de Estado, quedando al frente de la ciudad su esposa Constanza y el abad del monasterio de Sahagún Bernardo de Sedirac que había sido elevado al rango de arzobispo de Toledo. Estos dos personajes, de mutuo acuerdo y aprovechando la ausencia del rey protagonizaron un hecho desafortunado que, según cuenta el padre Mariana en su Historia General de España, a punto estuvo de provocar una rebelión y un levantamiento no deseado y la ruina de la ciudad recién conquistada.
El asunto fue que el día 25 de octubre de 1087, el arzobispo (de acuerdo con la reina Constanza) envió gente armada para que se adueñara por la fuerza del recinto de la mezquita. Después de este lance, instalaron un altar provisional y colocaron una campana en el alminar, siguiendo la costumbre cristiana. Cuenta el padre Mariana que el rey Alfonso VI se enfadó tanto cuando se enteró de lo acontecido que ni el arzobispo ni la reina consiguieron aplacarle y que dictó sentencia de muerte para casi todos los implicados. 
La leyenda cuenta que fueron los musulmanes los verdaderos intermediarios para conseguir la paz, con la figura del negociador y alfaquí Abu Walid quien llevó al rey un mensaje de tolerancia en el que se decía que aceptaban como legítima la usurpación. 
En recuerdo y gratitud de este gesto, el Cabildo le dedicó un homenaje y encargó su efigie para colocarla en uno de los pilares de la capilla mayor, perpetuando de esta manera su recuerdo. Este hecho no está documentado y muchos historiadores de arte ven en la efigie un sacerdote de aspecto musulmán. Como consecuencia de aquel suceso, la mezquita toledana quedó consagrada y convertida en catedral cristiana, sin hacer apenas cambios en su estructura.
Aunque el enfado de Alfonso VI fue mayúsculo, las circunstancias no permitían marcha atrás y desde 1087 la mezquita mayor de Toledo se convirtió en la nueva catedral de Santa María.
Transcurrió siglo y medio para que se acometiera la gran obra gótica actual. La decisión de la construcción de este edificio fue tomada en tiempos de Fernando III por el arzobispo toledano Rodrigo Jiménez de Rada.
Jiménez de Rada, que tanto había viajado por Francia, debió querer iniciar un templo grandilocuente y a la moda europea y dejar atrás la mezquita consagrada que debía parecerle "poco cristiana" con su intrincada y oscura estructura a base de columnas y arcos.
El rey Alfonso VI hizo importantes donaciones al nuevo templo. Se hicieron las obras necesarias para establecer el culto cristiano romano, entre otras el cambio de orientación del presbiterio y capilla mayor. La mezquita-catedral se mantuvo casi intacta hasta el siglo XIII, año de 1222, en que una bula del Papa autorizó a comenzar las obras de la nueva catedral que empezaron en 1224 (o 1225) y cuya ceremonia oficial de colocación de la primera piedra tuvo lugar en 1226 (otras fuentes dicen 1227), con la presencia del rey Fernando III el Santo.
No se conservan los planos de lo que fue la mezquita ni se sabe cómo era esta construcción, pero teniendo en cuenta los vestigios conservados en otras ciudades (Sevilla, Jaén, Granada, Málaga y la propia Córdoba) puede suponerse que sería un edificio columnario, con arquería de herradura sobre columnas tal vez aprovechadas de otras construcciones romanas y visigodas. Es posible que se pareciese bastante a la iglesia del Salvador de Toledo, antigua mezquita.
La actual Catedral comenzó a construirse en tiempos del arzobispo (1209-1247) don Rodrigo Ximenez de Rada [Puente la Reina (Navarra) 1170 - Lyon 1247], y el rey Fernando III el Santo (1217-1252) en 1226 (siglo XIII), aunque las obras ya habian sido iniciadas en 1224. Se dierón por finalizadas en 1493 en tiempos de los Reyes Católicos. El Papa Honorio III (1216-1227) concedió una bula para la obtención de recursos para la construcción de la Catedral. 
El maestro que inició las obras fué el maestro cantero Martín que debió trabajar entre 1224 y 1234 aprox., comenzando por la girola, y años más tarde continuadas por Petrus Petri (Pedro Pérez) muerto en 1291. 
El maestro Martín construyó la girola, donde logró el máximo grado de perfección de la arquitectura gótica, tanto por sus grandes proporciones como por su original abovedamiento, pues para acomodarse a las cinco naves y repartir armónicamente las fuerzas alternó tramos triangulares y rectangulares. También dispuso en la cabecera triforios mudéjares con arquillos lobulados entrecruzados y columnas pareadas. 
Petrus Petri (Pedro Pérez) fallecido en 1291, hizo algunos cambios en el planteamiento original, suprimió el triforio en el muro occidental del crucero y colocó grandes ventanales. 
Por tanto a finales del siglo XIII la girola debía estar terminada con sus quince capillas adosadas y apenas comenzadas las naves. Hacia 1300 la nave del crucero y la puerta del reloj estarian terminadas. Durante el siglo XIV se levantan las naves, la fachada principal, la base de la torre y el claustro. En el siglo XV se terminan definitivamente las naves a los pies y una de las dos torres proyectadas. 
En 1493 fuerón cerradas las últimas bóvedas por los maestros de obra, Juan Guas (Torrijos ? - Toledo 1496) y Enrique Egás (1455-1534).
Fuente: http://www.jdiezarnal.com/catedraldetoledo.htmlWikipedia