Así se enfrenta la ciencia española al volcán

Por Ne0bi0 @buenosviajeros

El Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias ( PEVOLCA), gestionado por el gobierno de esta comunidad, fue activado a mediados de septiembre para la zona de Cumbre Vieja cuando comenzaron a registrarse los terremotos que anticiparon la erupción del día 19. El objetivo de este plan es ofrecer una respuesta eficaz y coordinada entre las distintas administraciones para hacer frente a esta crisis, estableciendo un semáforo como sistema de alerta a la población basado en cuatro colores: verde, amarillo, naranja y rojo -como ahora- según el riesgo sismovolcánico. Para analizar con datos la situación, tomar decisiones y establecer el color del semáforo, los responsables del PEVOLCA cuentan con el asesoramiento de un Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (CCES). Estas son las instituciones que lo integran y así trabajan a contrarreloj sus investigadores e investigadoras para ayudar a la ciencia y la ciudadanía.

1. Instituto Geográfico Nacional (IGN)

Dentro del IGN, el grupo de Vigilancia Volcánica tiene dos sedes, con 15 personas cada una: el Observatorio Geofísico Central en Madrid y el Centro Geofísico de Canarias en Tenerife, con gran parte de su personal trabajando ahora in situ en La Palma. Algunos científicos de otras instituciones, como geólogos de la Universidad Complutense de Madrid, también están colaborando. Los sismólogos, geodestas, vulcanólogos, ingenieros de comunicaciones, etc. de este instituto facilitan sus datos al PEVOLCA y, como el resto de científicos, trabajan para que el daño para la población sea el menor posible durante el tiempo que dure la erupción, que estiman con una horquilla temporal de entre 24 y 84 días de acuerdo a los registros históricos.

2. Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

De acuerdo con los registros históricos, la erupción podría durar entre 24 y 84 días

Por su parte, un equipo del Instituto de Geociencias ( IGEO, centro mixto del CSIC y la Universidad Complutense de Madrid) también se desplazó a La Palma cuando comenzó la crisis sísmica, el 11 de septiembre, para instalar dispositivos de medida de inclinación y deformación del terreno en el marco del proyecto Geostrav. Este proyecto estudia, entre otros aspectos, los procesos volcánicos de Cumbre Vieja, aportando datos valiosos sobre la evolución de la erupción.

Desde este año el CSIC integra a dos institutos que hasta ahora forman parte del PEVOLCA de forma independiente: el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Sus representantes, ahora del CSIC, son actualmente Vicente Soler del IPNA, Inés Galindo del IGME y Eugenio Fraile del IEO. A través de la plataforma GEO-RISK+ se está coordinando la actividad en el área de riesgos naturales, realizando una revisión volcano-estratigráfica y estructural de Canarias para elaborar mapas de peligrosidad volcánica. Esta iniciativa, que cuenta con un presupuesto inicial de ‪200.000 euros, se considera imprescindible para cumplir con las obligaciones del PEVOLCA, así como para evaluar y reducir el riesgo volcánico en estas islas.

3. Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC)

Cinco investigadoras e investigadores de la Unidad de Respuesta Geológica para Emergencias (URGE) de este instituto se trasladaron este jueves a La Palma para dar apoyo a sus tres compañeros que han estado monitorizando la erupción del volcán desde su inicio. Los resultados los van ofreciendo en la web del IGME. Sus trabajos incluyen el análisis de cenizas, lapilli y lava con un equipo portátil de rayos X para estudiar las características del magma, seguir los desprendimientos y estudiar la estabilidad de las laderas tras los terremotos. Respecto a las cenizas, también se elaborarán mapas específicos y se analiza su toxicidad.

Dentro del Servicio de Trabajos Aéreos del IGME, se están realizando vuelos con drones para seguir la evolución de las coladas. Vigilan los movimientos de la lava para calcular su velocidad, su potencia, el ancho de las distintas lenguas y delimitar por dónde pueden ir moviéndose y a qué zonas pueden afectar. El nuevo equipo lleva drones de repuesto para sustituir a los que se han deteriorado cuando las cenizas han entrado en sus motores. En colaboración con los compañeros de Madrid, se están planteando posibles escenarios basados en la información obtenida en el campo, sumando todo el conocimiento acumulado para dar el mejor asesoramiento posible al PEVOLCA durante la emergencia.

4. Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC)

5. Agencia Estatal de Meteorología (AEMET)

El Instituto Español de Oceanografía estudiará el impacto biológico de la llegada de la colada al mar

Para complementar el registro de datos, el Grupo de Óptica Atmosférica de la Universidad de Valladolid ha instalado junto al ceilómetro un fotómetro de la red AERONET de la NASA que permite determinar propiedades ópticas y físicas de los aerosoles volcánicos. AEMET realiza predicciones de la evolución del penacho de cenizas volcánicas usando el modelo Modélisation de la Chimie Atmosphérique Grande Echelle (MOCAGE) en modo "accidente", un reputado modelo tridimensional de transporte y química atmosférica. Desarrollado por Météo-France, ha sido cedido a la AEMET a través de un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones. Además, en el mismo emplazamiento se ha instalado un espectrómetro de infrarrojo por transformada de Fourier que va a permitir determinar qué cantidad de dióxido de carbono (CO2) contiene el penacho volcánico. Esta información ayudará a conocer mejor la fase eruptiva del volcán.

Otro objetivo de estos instrumentos es complementar la red de calidad del aire de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y el Gobierno de Canarias para conocer el impacto de las emisiones volcánicas en la población. En este caso la estrategia de medida es muy diferente a la empleada en la estación del sur con los equipos de teledetección, ya que lo que interesa es conocer la calidad del aire que respiran los habitantes de la isla bajo el impacto de las emisiones volcánicas. La UME ha designado un emplazamiento en el Ayuntamiento de Tazacorte para instalar el operativo controlado por AEMET que mide diferentes parámetros de la calidad del aire (SO2, NOx, CO, O3, PM10) y otros indicadores meteorológicos. Además, los satélites meteorológicos que utiliza la AEMET, como los Meteosat, también ayudan a seguir el humo y el penacho de cenizas que emite el volcán. El conjunto de datos y registros obtenidos sirven para conocer la evolución de la situación y el impacto de las emisiones volcánicas en la calidad del aire de la población.

6. Universidades canarias

Actualmente miembros del grupo de Química Marina de la ULPGC, en colaboración con científicos de la ULL, están analizado y midiendo parámetros químicos (como el CO 2) en la zona marítima de La Palma donde está previsto que llegue la colada. Su labor la realizan a bordo de los buques Punta Salinas y Salvamar Alphard de Salvamento Marítimo. Como el resto de equipos, reportan sus datos al PEVOLCA.

7. Instituto Volcanológico de Canarias S. A. (INVOLCAN)

Científicos del Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos (IAGPDS) de la UGR monitorizan en la isla, con un equipo o array propio, la actividad sísmica y el estado dinámico del volcán. Su objetivo es detectar la posición y extensión de los conductos volcánicos activos, una herramienta más que se une a las del resto de instituciones científicas para, juntas, aportar el mayor número de datos posible sobre la erupción y ayudar a los equipos de emergencia.

Este artículo fue publicado originalmente en SINC. Lea el original en este enlace.

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