Así trabajan en Microsoft Viena

Publicado el 03 junio 2013 por Ferranmunoz @ferran_munoz

Las empresas tecnológicas (o más bien, las empresas en general) parece que quieren cambiar el paradigma de los lugares de trabajo que todos conocemos.

¿Qué cómo los conocemos? Pues lo de siempre: lugares cerrados, con paredes blancas y sin ningún tipo de distracción, solo trabajar (como se suele decir) “a piñón”. Afortunadamente, han pasado los años y parece ser que los lugares de trabajo, también. Atrás quedan los recintos sosos, con lo que ya podemos hablar de lugares con objetos de distracción, sitios muy “friendly” con el trabajador y en donde se permite que este se distraiga un poco cuando lo necesite.

De hecho, cuando hablamos de cosas así, siempre nos viene a la cabeza sitios con futbolines y salas con asientos cómodos para poder relajarse un poco después de un buen rato delante del ordenador. Pero, si pensamos en una empresa en particular, ¿qué empresa nos viene a la cabeza?, efectivamente: Google. La empresa americana creó un concepto de trabajo realmente distinto a lo que se conocía hasta ahora, creando un ecosistema (el denominado Googleplex) donde el trabajador está cómodo en su lugar de trabajo, simple y llanamente. Ahora bien, hay mucho marketing y mucha fachada en todo este asunto de Google (otro día hablaré de esto con más detalle).

Dejando de banda el recinto en sí, el trabajador también ha ayudado a la evolución del lugar de trabajo: la integración de la filosofía BYOD y de plataformas móviles con tarifas de datos particulares también ha ayudado (llegando a ser un mal de cabeza para los empresarios y directores de sistemas de las empresas para garantizar la seguridad).

Después de esta pequeña introducción, aquí tenéis una galería de imágenes donde podéis ver como trabajan en Microsoft Viena. El diseño, realizado por Innocad (empresa que ganó el concurso público), es vanguardista al 100%. La sede, que consta de 3 plantas, En las siguientes imágenes podéis ver lo que os comentaba: salas y pasillos con colores vivos, con espacios de relajación (se puede ver hasta un tobogán, pudiendo bajar desde el piso de arriba) y con recintos abiertos, llegando a ser espacios comunes.


¿A quien no le gustaría trabajar allí? Pues nada, si os apetece, podéis dirigiros a la calle Am Euro Platz 3 de Viena (Austria).