"Alice empezaba a hartarse de estar sentada sola sin nada que hacer. De vez en cuando intentaba volver a leer el libro que tenía sobre el regazo, pero casi todos los párrafos eran largos, no había comillas ni guiones de diálogo y ella se preguntaba qué sentido tenía un libro sin comillas ni guiones de diálogo".
Me llamó la atención este título desde que supe de su publicación. Casi todas las primeras novelas que llegan con cierto revuelo, me atraen. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, Asimetría.
Asimetría es una novela orquestada en tres partes. O tres relatos que terminan por orquestar una historia. La primera parte es la historia de Alice, una joven editora que aspira a escribir y de cómo conoce a un escritor famoso ya mayor y acaba manteniendo una relación con él. La segunda parte nos cuenta la historia de Amar, un economista iraquí criado en Estados Unidos. Amar intenta volver a su país y acaba varado en el aeropuerto de Heathrow desde donde recordará muchos momentos de su pasado. finalmente hay una tercera parte en la que entrevistan al escritor protagonista de la primera, Ezra.
Si todos los libros componen una historia, es cierto que la historia de Asimetría es realmente interesante a nivel cotilleo. Baste decir que Halliway en su juventud, es decir, aún más joven que ahora, mantuvo una relación con el recientemente fallecido Roth, y que esta es su primera novela que, por supuesto, le dio a leer. Sin entrar en más detalles, no podemos evitar pensar en Ezra como en Roth, posiblemente porque la autora juega un poco con ello, haciendo una suerte de ejercicio de autoficción mezclado con ironía que hace sonreír inevitablemente al lector. Digamos que, por ejemplo, la historia de Ezra y Alice la ubicamos en el tiempo gracias a que la autora nos va contando quién gana el Nobel de literatura cada año y que en un momento determinado un lector se acerca al protagonista para expresar su deseo de que él sea "el próximo". Y digamos también que finalmente decide darle el Nobel dejándonos sin saber muy bien si es por dejar claro que no es su historia con Roth o como guiño personal al escritor. Y sin embargo, no es esta búsqueda la que hace interesante Asimetría ya que el libro lo es por derecho propio.
Si vamos hablar de historia en historia hay que decir que la relación entre Alice y Ezra es interesante por la lucha de poder que representa. Él es un hombre admirado, mucho mayor que ella, culto y conocedor del poder que tiene para deslumbrar. Ella posee la juventud. Cada uno sabe lo que aporta a la relación y, mientras que ella le da frescura, incluso ternura y también compañía y cuidados, él sabe que la proporciona esa cultura por la vía rápida que la servirá para su gran propósito que es escribir. Ambos saben de la asimetría de su relación, también de los riesgos y los daños, y ambos buscan seguir deslumbrando hasta el momento de la inevitable liberación. Exponer una relación como esta es bastante complicado, tal vez por eso la protagonista se nos antoja fría, no nos deja ver su interior salvo en pequeños gestos, alguna imagen ajena, y nos mantiene buscando el "algo más" durante todo su relato.
Ese algo más va a llegar en el segundo relato, una historia sin relación alguna que muestra nuevamente una total desigualdad con la primera. Amar es mucho más sensitivo, su vida ha sido más complicada, se desespera a ratos, recuerda, abre el corazón y muestra una vida diametralmente opuesta a la de Alice. Y también lo es la de familia con la suya propia. Siempre diferencias, siempre un espejo desigual.
La tercera parte es una entrevista en la que la autora decide que es el lector quien ha de esforzarse. Reconozco que me ha resultado mucho más interesante esta entrevista ficticia que muchas reales que he leído. Pero aquí nos toca hacer el trabajo y coger aguja e hilo para hilvanar temas y tener así el libro redondo. En cambio no voy a dar ninguna clave. ¿Por qué? Pues porque incluso si no se llega a ello, tampoco importa demasiado. Porque el libro sigue mereciendo la pena y porque descubrir o creer haber descubierto esos hilos, provoca un placer en el lector que no me gustaría estropear. O tal vez porque temo que mis hilos no sean los adecuados.
Asimetría me ha parecido una gran lectura que está además llena de referencias culturales con las que he disfrutado terriblemente. La cultura, las vidas, la necesidad de escribir sobre ello y las sensaciones que provoca los escrito. El sentir que uno tiene pocas vivencias o contar las muchas que tiene sin ser del todo consciente. Y una vez más la cultura. Todo eso es Asimetría. Y mucho más. Suelo decir que los lectores tendemos a ser benevolentes con las primeras novelas; esta no necesita de nuestra condescendencia.
Y vosotros, ¿con qué libro estáis esta semana?
Gracias.
"El amor es volátil, recalcitrante, irreprimible. Intentamos dominarlo, nombrarlo y planearlo y tal vez contenerlo entre las seis y las doce o, si eres de París, entre las cinco y las siete, pero, como la mayoría de las cosas adorables e irresistibles de este mundo, termina por liberarse y, sí, a veces sales trasquilado".