La primavera es el escenario perfecto para que las alergias se disparen. En esta estación confluyen diversos factores como el estado de crecimiento de las plantas (polinización, polen), las variaciones climáticas, lluvias y vientos que repercuten directamente sobre nuestro organismo. Las calles se llenan de estornudos, narices congestionadas y picores en la nariz como reacción a la primavera. No hay dudas: es alergia.
Las personas que padecen de asma bronquial pueden sufrir con mayor intensidad la llegada de la primavera. Los factores externos propios de esta estación alteran el sistema respiratorio pudiendo llegar a generar episodios alérgicos realmente delicados.
¿Qué es el asma? Se trata de una enfermedad inflamatoria que afecta a las vías respiratorias. Se trata de una enfermedad crónica que se traduce en broncoespasmos y obstrucción de los bronquios, ataques que privan a quien lo padece de una respiración normal. Quienes padecen esta enfermedad necesitan contar con broncodilatadores con el fin de expandir las vías respiratorias y poder respirar.
Según datos médicos, alrededor del 50% de los riníticos alérgicos pueden ser asmáticos y, por lo general, poseen el alérgeno como disparador lo que profundiza con mayor asertividad la necesidad de un cuidado con antialérgicos durante la primavera para minimizar riesgos.
¿Cuáles son los síntomas del Asma?
Si bien los síntomas pueden ser variables, dependiendo del tipo de asma y edad del paciente, se pueden determinar los siguientes síntomas:
- tos
- sentir silbidos en la zona de los bronquios
- cansancio
- en situaciones dificultad respiratoria
Es importante destacar, que los síntomas del asma se profundizan por la noche.
Fuente: Ediciones Salud
En España alrededor de 800 mil personas padecen de asma, quienes pueden tener una vida con total normalidad siguiendo un correcto tratamiento a base de inhaladores: los ß-agonistas (Salbutamol) y los corticoides inhalados.
Es importante llevar un control médico y tratamiento adecuado para controlar el asma, además de evitar zonas donde los factores externos sirvan como disparadores de alergias como habitaciones cerradas y con alfombras donde se concentra mayor cantidad de polvo y ácaros, entre otros.