Asmodexia. Limpieza de almas

Publicado el 17 noviembre 2014 por Claquetados @claquetados
Hemos podido disfrutar de la presencia del director Marc Carreté en los dos últimos festivales a los que hemos asistido. En primer lugar, en el Festival de Cine Fantástico de Sitges y, en segundo lugar, en el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei. En ambos, ha presentado su ópera prima "Asmodexia" que aunque no es lo que esperábamos, tampoco queremos clasificarla como hemos leído en algún sitio "como una mala película".
En la presentación de Sitges, al director le acompañaban los protagonistas de la historia: Lluís Marco (Eloy De Palma) y Claudia Pons (Alba) y ante el público del festival, Marc agradeció diciendo literalmente: "mi sueño era estar aquí un día”, y añadió que constataba que para llegar se necesitaba “disciplina, esfuerzo y dar las gracias”
“Mal cuerpo” (2011) y “Castiderma” (2012), presentados en su momento también en Sitges, son los cortos del director que preceden a esta historia y he de reconocer que ambos me gustaron bastante. De ahí que tuviéramos muchas ganas de conocer su estreno como director de largometraje. La idea inicial de "Asmodexia" puede sorprender y nos remite a películas míticas del género de terror como "El Exorcista", "La posesión" o "La semilla del Diablo". 
En general, toda la película denota cierto tedio y se hace muy repetitiva. Con esto no quiero decir, que definitivamente no me haya gustado, ya que el guión posee talento potencial y posibilidades. Lo que ocurre es que la manera cómo se desarrolla la trama no ofrece entretenimiento ninguno y resulta aburrida en algunas ocasiones e incluso un poco confusa. El final sorprende gratamente pero cuando lo estas saboreando, todo acaba. ¿Habrá planeado una posible secuela?

En el Festival de Molins de Rei, tuvimos la oportunidad de preguntarle al propio director si tenía la intención de continuar la historia, ya que tiene muchas similitudes con la aclamada serie actual "Dominion", cuya trama se centra en la lucha entre los ángeles caídos y la humanidad. De manera rotunda nos contestó que "era su primer trabajo y quería continuar buscando nuevos argumentos a desarrollar". Tal y como comenta en una entrevista que le realizaron en Sitges, la primera idea del film deriva de “la pasión que siente por el género de exorcismos y posesiones” y esto, está presente en toda la película. Podemos observar adicionalmente, una simbología ritual que hace referencia al clásico del italiano Fulci en su película de 1981 "El más allá".
La trama gira entorno a Eloy y su especial nieta Alba, quienes deambulan, a veces sin mucho sentido, por Barcelona, arrastrando una maleta y durmiendo allá donde pueden. Tienen un objetivo claro: ayudar a los poseídos por el mal a liberar sus almas infectadas. Los diversos flasbacks se entremezclan con el argumento y nos llevan a descubrir el misterioso pasado de los protagonistas, marcado por la pertenencia de Eloy a una comunidad llamada "Los legionarios de la Luz".
Queda presente durante toda la película, la diferencia que Marc pretende establecer entre la religión cristiana y el satanismo. En un momento de la película se hace referencia al capítulo 4:6 del Evangelio de Lucas donde se tratan las Tentaciones de Jesús con el Diablo. A su vez Eloy dice: no hay existencia de Uno sin lo opuesto o contrario, aludiendo a su periplo y su sino.
Por último, es de ley considerar el bajo presupuesto con el que la cinta ha sido producida y que es una película nacional que se atreve con una temática poco común en nuestros circuitos. Creo que tendríamos que darle una oportunidad a su director y a todo su equipo porque es muy fácil esperar películas con muchos efectos especiales donde el presupuesto se nota sin igual pero difícil ofrecer un producto como este con tan bajos recursos económicos. Además, tal y como dijo Carreté en Sitges: "seguro que la oportunidad brindada en su ópera prima será aprovechada para seguir trabajando y desarrollar otras propuestas".
Sergi Sanmartí