Asñi limpiaba, así, así...

Publicado el 29 junio 2011 por El Tridente

Hoy me he enterado de algo que la verdad, me ha dejado asombrado. No me refiero a que Belén Esteban haya dicho una frase entera correctamente o que Pedro Piqueras haya presentado un informativo sin parecerle una de sus noticias catastrófica. No, me refiero a que hoy he conocido que las empleadas del hogar llevan toda la vida trabajando sin derecho alguno.

Bueno, en realidad he de decir que me he excedido en el comentario y quizá debería matizar mis palabras porque sí han tenido derechos durante tantos y tantos años. El derecho a buscar otra casa donde ejercer la profesión tras haberse puesto malas y ser sustituidas. El derecho a guardar silencio si había algo que no les agradaba en su ‘puesto de trabajo’ por miedo a perderlo. Pero sobre todo el derecho a no tener derecho alguno llegada la jubilación y no haber cotizado nada.

Y es que no acabo de entender como en pleno siglo XXI la desregularización de un sector tan necesario como digno, como es el de las empleadas del hogar ha estado tan dejado de la mano de Dios, que cualquier político con dos dedos de frente habría podido solventar hace tiempo. Claro que he aquí el problema, muchos políticos sí que tienen ese tramo craneal despejado, pero igual de despejado tienen el interior de su cerebro.

Cuantas mujeres, y me refiero a las mujeres porque son la inmensa mayoría, no se han dejado las rodillas en los fríos suelos de tantas y tantas casas, limpiando y sin tener derecho a algo tan básico como cotizar en la Seguridad Social, para tener aunque sea unas garantías mínimas de futuro. Y sin hablarles de lo que han sufrido esas manos, día a día en contacto con tantos productos de limpieza y restregando tantas y tantas superficies para encima seguro, llegar a sus propias casas y seguir limpiando.

Pues éste, parece ser un gran paso y esperemos que se adecúen las condiciones laborales de estas trabajadoras y que por fin se reconozca la importancia de la labor que desempeñan. Y a aquellos que piensan que ésta es la mejor forma de erradicar la economía sumergida, que valoren antes si lo que de verdad no estaba sumergido hasta ahora, han sido sus derechos.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…