A la hora de contratar un seguro de coche eléctrico o convencional a todo riesgo, hay que valorar varios aspectos.
El valor del coche
¿ Todo riesgo o terceros ?
Por otra parte, cuando se contrata un seguro a todo riesgo, se asegura que aún siendo usted el culpable del siniestro, sus desperfectos tanto físicos como materiales van a estar cubiertos por el seguro, mientras que en el resto de casos , el seguro cubre los perjuicios ocasionados por el siniestro, siempre y cuando el tomador no sea el responsable del siniestro. La contratación de un seguro de coche a todo riesgo es la mejor manera de estar tranquilos y de no tener sobresaltos a la hora de reclamar un siniestro. Con un seguro a todo riesgo, todo está incluido, con lo que la única molestia que puede tener, a parte de la de haber tenido un accidente, es la de buscar un taller que se lo repare y, quedarse sin coche durante el tiempo de la reparación; aunque este es un tema que algunas aseguradoras han solventado proporcionando un coche de sustitución al tomador del seguro durante este tiempo.
Estos seguros destacan por la seguridad que adquiere el tomador del seguro y la tranquilidad que representan. El inconveniente de estos seguros suele residir en el precio de los mismos. La cuota anual de los seguros de coche a todo riesgo es mucho más elevada que la del resto de seguros. Es por ello que las aseguradoras han lanzado productos intermedios como son los seguros a todo riesgo con franquicia. Estos productos aportan tranquilidad al tomador ya que cubren todos los siniestros independientemente de quién sea el responsable del mismo pero, hay una parte de los gastos que son asumidos por el tomador del seguro. En cuanto a los seguros de coche a terceros ó a terceros ampliados, son seguros que cubren los aspectos legales y algunos aspectos más como podrían ser la rotura de lunas en caso de robo o un incendio del vehículo. En caso de siniestro, cubren la responsabilidad civil del conductor y se hacen cargo de los daños ocasionados por la parte contratante, en caso de que esta sea la responsable del siniestro pero, en ningún caso cubre los daños materiales y personales del conductor ni de su vehículo. En caso de no ser el conductor tomador del seguro el responsable del siniestro, es el seguro de la otra parte implicada el que se encargaría de costear los daños acaecidos.