La razón: pura comodidad. Un espacio estanco, ya sea con o sin puerta corredera, es la opción clásica. Otras alternativas para independizarlo del dormitorio son un murete a media altura, un panel de cristal, un acceso sin puerta o un mueble bajo. En este último caso, puede servir un cabecero alto o simplemente un armario. Todo esto es importante tenerlo en cuenta al momento de ver habitaciones juveniles.
El colchón, la luz, incluso el color de las cortinas influye en el ambiente de un dormitorio. Sin embargo, si hay algo imprescindible para un buen descanso es el silencio. El tráfico de la calle o el ruido de los vecinos pueden romperlo e interrumpir el sueó del menor. Pero hay soluciones. El doble acristalamiento de las ventanas o los vidrios acústicos disminuyen mucho el ruido de la calle.
Si el problema son los vecinos, no hay más remedio que “aislar” la habitación. Hay placas de yeso con lana mineral en el centro que logran insonorizar. Un truco, además decorativo, puede ser forrar las paredes con corcho o entelarlas con muleton en medio, nada es poco para el descanso del joven, cuando se están buscando dormitorios juveniles.
El diseño de una habitación juvenil es un concepto muy amplio. De la elección de una habitación u otra dependerá, entre otras cosas, Sexo: Si es niño o niña. Evidentemente de esto dependerán los colores de la composicion, cama, decoración, etc. O el momento: Si el hijo ya no es tan grande pero necesita renovar su habitación, os decantaréis por camas más ampliar, colores más neutros, mesas de estudio más grandes, armarios enormes, etc. Para más información se puede acudir a http://www.dormitorio-juvenil.es/.