Assassin's Creed
Año:
2016
Fecha de estreno:
23 de Diciembre de 2016
Duración:
140 min
País:
Estados Unidos
Director:
Justin Kurzel
Reparto:
Michael Fassbender, Marion Cotillard, Jeremy Irons, Javier Gutiérrez, Michael Kenneth Williams, Charlotte Rampling
Distribuidora:
Fox
La Toscana renacentista fue la región mejor explotada por la franquicia de videojuegos ‘Assassin’s Creed’, tras haber debutado en Oriente Próximo en 2007. Su original concepto de transportarnos de la actualidad a diferentes épocas históricas a través de la memoria genética iba a ser adaptado al cine antes o después, y esa brecha entre su lanzamiento y su estreno en la gran pantalla finalmente ha sido frenada. Michael Fassbender ha sido el promotor principal de este largometraje, que entraba en el fangoso terreno de las adaptaciones de videojuegos. Esta artística industria tiene cada vez mayor cabida en el cine, algo poco sorprendente teniendo en cuenta la envergadura de sus producciones, que nada tienen que envidiar al séptimo arte. Basta con observar el aspecto formal y el guion de propuestas como ‘Uncharted 4’. Pero rara vez las versiones cinematográficas han logrado estar a la altura de sus materiales matrices. En el caso de ‘Assassin’s Creed’ se ha apostado evidentemente por la calidad de su ejecución y por un reparto estelar, y el resultado queda bastante cerca de las aventuras protagonizadas por Desmond Miles en nuestras consolas.
La película hace suyo el concepto de la saga, pero cambia de protagonista y de ambientación pasada. En esta ocasión, retrocedemos a la España del siglo XV, marcada por la Inquisición. Fassbender interpreta a Callum Lynch, que verá cómo su vida cambia cuando se le revela su condición de Assassin, de componente de un linaje que ha combatido durante siglos contra los Templarios. Los primeros son los ocultos y disciplinados rebeldes y los segundos los asentados poderosos que manejan el mundo a su gusto. Una obvia alegoría extrapolable a cualquier conflicto de intereses entre quienes dominan y los que se dejan manejar, o no les queda otra que someterse. El espíritu del videojuego se mantiene intacto tras ser bien trasladado a la pantalla de cine. Aquí interviene el pulcro estilo del realizador Justin Kurzel, que en ‘Macbeth’ alcanzaba un efecto mucho más potente, y que aquí queda minado ocasionalmente por un montaje que busca tanto el dinamismo que termina por confundirse a sí mismo.
En la estructura del largometraje se observan unas divisiones muy marcadas entre las secuencias del presente, más explicativas; y los bloques de acción, cargados de pura adrenalina e inverosímiles acrobacias. En los segmentos del presente se centra una mayor atención que cuando nosotros teníamos el mando entre las manos, relegando a las experiencias en Andalucía a fragmentos casi independientes, que intervienen en el devenir de Lynch, pero que no parecen tener la relevancia que deberían. A pesar de esa mayor concentración en el período de Lynch, el planteamiento de los bandos enfrentados resulta algo confuso, pero no cae en el convencionalismo al que nos tienen acostumbrados los blockbustersde presupuesto equiparable. El personaje interpretado por Marion Cotillard, Sophia Rikkin, influye bastante en esa dificultad expositiva, ya que, como la protagonista de ‘Rogue One’, tiene unas convicciones demasiado volátiles y maleables. Una utópica idealista defensora del libre albedrío que llega a citar a uno de los padres de la bomba atómica, lo que sea por dar pie a una segunda película.
Cabe valorar positivamente la decisión de respetar el idioma cuando la película se sumerge en España, algo que en Hollywood no es tan habitual como debería. ‘Colonia’ y ‘Silencio’ son ejemplos recientes de esas incoherentes alteraciones. También destaca la pasión arquitectónica con la que se reconstruye el pasado, al igual que sucedía en los videojuegos, en los que uno podía saltar por los tejados florentinos o pararse a observar el imponente Coliseo romano. En definitiva, los seguidores de la saga saldrán muy satisfechos, y quien vaya con una mirada más crítica puede quedar algo desconcertado con los vaivenes que se van dando a lo largo del metraje.
6,5/10