Hoy, 24 de marzo de 2020, nos ha dejado Albert Uderzo. Este artista nace en 1927 en una familia de inmigrantes italianos y, junto a René Goscinny, creó a dos de los personajes más emblemáticos de la cultura francesa, los héroes de la Galia Astérix y Obélix.
Tuve la suerte de asistir a una exposición en el Museo de Arte y de la Historia del Judaísmo de París donde se recogía toda la creación de Goscinny y, por ende, también se hablaba de Uderzo.
Uderzo es un reivindicado heredero de Walt Disney, pues dibuja durante mucho tiempo bajo las líneas de la escuela franco-belga antes de adoptar un estilo más realista, bajo la influencia de Franquin, el de Spirou o Marsupilami.
Goscinny y Uderzo se conocen en 1951 en la empresa World Press. Desde el comienzo, ambos investigan las múltiples posibilidades del mundo del cómic creando diferentes tebeos en diversas publicaciones. Sin embargo, no es hasta la creación de Astérix y Obélix que no alcanzan el gran éxito.
A través de estos personajes que resistían todo ataque romano habido y por haber, sus autores parodiaban la visión republicana clásica de la historia de Francia sembrándola de referencias satíricas de la historia contemporánea.
Entre 1959 y 1977 llegan a crear 24 cómics traducidos a más de 150 lenguas. Sin embargo, tras la muerte de Goscinny, Uderzo continúa en solitario la serie de cómics.
Os voy a hablar un poco del Museo del Arte y de la Historia del Judaísmo, que fue donde tuve la ocasión de ver expuesta la obra de Goscinny. Toda la colección que tiene sobre el judaísmo la alberga en una preciosa mansión del siglo XVII acondicionada para ser museo. Se llama Hôtel Saint-Aignan.
El haber elegido el barrio del Marais como sede para este tipo de museo no es casual, sino que se debe a que desde finales del siglo XVIII una importante comunidad judía vivía en este barrio.
De hecho, yo la primera vez que vi judíos fue en el Marais. Anteriormente nunca había visto a nadie en persona con una kipá, (para que nos entendamos, el sombrero de los judíos). Y me llamó mucho la atención no ver mujeres judías adultas por la calle. Sólo vi hombres y, bastantes veces, paseando con sus hijos por ahí.
Francia es el tercer país con mayor número de judíos, así que en el museo se puede encontrar el relato de la historia de los judíos desde la Edad Media hasta hoy en día. Y ello lo descubrimos a través de su arte y de su patrimonio en Francia, en Europa y también en el Maghreb.
En fin, esta entrada estuvo motivada por la muerte de Uderzo y al final os hablé de un interesante museo parisino. Espero que os haya gustado leerlo.
Con la partida de Uderzo,
la receta de la poción mágica queda a buen recaudo en su memoria.