Astobiólogo afirma que Ia existencia de vida en Io no puede descartarse

En esta imagen compuestas de la luna de Júpiter Io de esos enormes penachos volcánicos de gas que contienen dióxido de azufre ascender a cientos de kilómetros hacia el espacio. Esta imagen fue tomada por la sonda New Horizons. Esta actividad es volcánica produce una atmósfera temporal en este satélite, pero finalmente se congela y se deposita como escarcha en la superficie. Crédito: NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Southwest Research Institute
Con los años, los astrónomos han identificado un número de cuerpos celestes de nuestro sistema solar que pueden ser candidatos apropiados para albergar algún tipo de vida. La luna de Júpiter Europa es uno de los ejemplos más claros, mientras que los satélites de Saturno están ganando enteros en los últimos años. Los expertos dicen ahora que la luna Io, uno de los satélites más grandes del sistema de Júpiter, puede al menos haber albergado vida en el pasado. Los científicos añaden que concebir que la vida puedan existir ahí hoy en día no es algo tan extravagante como pudiera sonar en un principio.
"Todos tienden a excluir rápida y categóricamente la posibilidad de vida en Io" explica el astrobiólogo de la Universidad del Estado de Washington Dirk Schulze-Makuch, que ha estado estudiando este satélite en por algún tiempo. Schulze-Makuch explica que las condiciones extremadamente duras que se dan en Io dan buenos motivos para que los expertos duden que esta luna pueda albergar agua líquida o vida. Pero este científico afirma que estas condiciones no siempre fueron las mismas en esta luna, y añade que este cuerpo tuvo que haber el contenido cantidades ingentes de agua cuando se formó, al principio de la historia de nuestro sistema solar.
Io realmente sobresale entre las otras lunas del sistema solar, por el hecho de que es la que tiene la actividad geológica más intensa. Es decir, que sus volcanes entran en erupción constantemente y su corteza está siendo constantemente renovada. Io está fuertemente influenciada por la atracción gravitatoria del planeta gigante en torno al cual gira. Esta atracción provoca que su corteza ascienda y descienda cientos de metros. Este astro es tan sólo algo más grande que la Luna de la Tierra, pero puede calentarse hasta temperaturas de 1600 °C. Sin embargo su temperatura promedio es de alrededor de -130 °C.
Esto implica que gran parte de Io que es inactiva geológicamente, esté cubierta de dióxido de azufre, que tiene aspecto de campos nevados. Estas grandes extensiones de terreno están siendo constantemente bombardeadas por la radiación del planeta, por esto los estudios han creído que esta combinación de factores hacen que la vida imposible. "La vida en la superficie sea casi imposible, pero sí penetramos su superfice, el asunto puede ser intrigante. No deberíamos catalogar directamente a Io como un astro muerto, debido a sus condiciones extremas. Debería de existir bastante agua en Io adquirida poco después de su formación, sobre todo si la comparamos con las cantidades de hielo de agua presentes entre Europa y Ganímedes", concluye Schulze-Makuch.
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Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!