Rob Rodi, el guionista de la serie, ya es un habitual en los registros más “novelescos” del Dios del Trueno, ya que en su haber cuenta con historias como Loki o Por Asgard, y para darle la réplica artística, los lápices corren de la cuenta de Mike Choi, viejo conocido de los seguidores de X-Force, que hace en este Astonishing Thor un trabajo auténticamente magistral, con planchas dignas de estar expuestas en un museo.
Recordemos que la línea Astonishing apareció hace ya varios años para dar a Joss Wheddon y John Cassaday una oportunidad a medida de contar sus historias, sin relación directa con la continuidad habitual de las series mutantes, y para ser leídas sin un excesivo bagaje de conocimientos por parte del lector, con el objetivo de ampliar el público para los mutantes. Al menos, esa era la idea original, a día de hoy, sabemos que Astonishing X-Men ha quedado como una más de las colecciones de mutantes, pero en su día, fue todo un éxito de ventas, crítica, público, etc. La idea de este Astonishing Thor es muy parecida, exponer al Dios del Trueno al gran público, disponer de una aventura de Thor que aquellos atraídos al personaje por la peli pudieran acceder con facilidad.
Quizá por eso el atractivo de Astonishing Thor es básicamente visual, y es que Mike Choi es un dibujante detallista y
Rodi no se queda solo con el Planeta Viviente como antagonista del Dios del Trueno, sino que recurre a otros personajes de corte cósmico, como el Extraño o el Coleccionista, y a una nueva versión del propio Ego, con el ocurrente nombre de Alter Ego (¡toma ya!). El argumento no da para mucho, la verdad, con Thor yendo de un lado a otro del Universo, tratando de escapar de las manipulaciones de los seres cósmicos, un poco como un pollo sin cabeza, y con una solución final que pasará a los anales de la historia de las curiosidades comiqueras.