Sigo escapándome a algunos conciertos del XXVIII Festival Internacional de Órgano de León, esta vez para escuchar un instrumento de siempre con obras de hoy, tras el estreno el día anterior en Ponferrada del accesit y la obra ganadora del XXXI Concurso de Composición para Órgano "Cristóbal Halfter" que organiza el Instituto de Estudios Bercianos, una apuesta por autores para el rey de los instrumentos, que el impecablemente restaurado de Astorga ayudó y mucho a disfrutar de todas ellas, y qué mejor marco que el Festival de Órgano.
Pieza Sinfónica, con cinco movimientos sin tregua: un Lento en pedalier protagonista y unos registros cercanos al color del armonio, un Andante de lo más clásico con plenos muy conseguidos, el Cantabile hermoso en todos los aspectos, el Allegro virtuoso en teclados, jugando con unos crescendo al "tutti" rotos súbitamente a los pianísimos en la mano derecha, y finalizando con el Lento nuevamente íntimo, equilibrado y romántico.
Fantasía con tres partes mantuvo el ambiente parisino de los españoles desde el Andante con un flautado de 16' redondo, mano derecha con adornos frente a una izquierda plena muy piano y los pedales en "pizzicato" donde los plenos rememoraban parte del "Suspiros de España" en unos flautados 4' que daban paso alVivo de nueva reminiscencia hispana en el París musical, para finalizar ese Andante a modo de marcha triunfal. Nuevo derroche sonoro y técnico a cargo del organista valenciano.
Interludio, perfecto en su ubicación dentro del programa, contrastando registros y temas con un pedal delicado y un trémolo en su sitio, y
Ofertorio, comenzando Largamente evocador del mejor Fauré con una registración en la mano derecha increíblemente dulce y muy expresiva; el Allegro volvió con los constrastes sonoros aunque de sonido muy norteamericano, quién sabe si deudor de los coqueteos con Hollywood, al igual que elAssai vivo que sirve de derroche tímbrico en los tres teclados. Excelencia y buen gusto en la elección sonora por parte del maestro Ribas.
Senza tempo, con flautados y trinos envolventes con el silencio importante para realzar aún más los clímax sonoros,Allegretto, cortante, melodías en graves, "tutti" largos rebotando en las piedras, nuevos trinos disonantes y con cambios de registros interrumpidos por melodías deformes,Allegro, duro, poderoso, nuevas ventanas acústicas reelaborando trinos ascendentes y descendentes sin apenas respiro, con breves silencios fantasmagóricos, disonancias tenidas, y finalmenteSenza tempo, recuperando la textura de armonio, el aliento en el agudo, escalas por bloques sonoros, todo ello aderezado por las agudísimas campanadas de la Catedral que se sumaron al discurso sonoro, volviendo cual círculo virtuoso al inicio.