El Museo Boerhaave forma con el museo de Oxford y el de Galileo en Florencia la tríada museística de historia de la ciencia más notable. Londres, Munich o París son otra cosa por su dimensión.
La primera sala que impresiona es la astronómica donde destaca la Esfera de Leiden, un gran planetario mecánico que modeliza los movimientos astrales. No faltan los astrolabios, los cuadrantes o las esferas armilares. La comprensión del sistema del mundo fue una chispa decisiva.
Los libros también pueden contener dispositivos que son un instrumento en sí. Valga la muestra del bello localizador de estrellas.
El Boerhaave completa con pinturas algunos de los momentos y protagonistas de la revolución científica. Quizá el personaje más notable de la región fue Christiaan Huygens.