Bao, sushi, ceviche, hamburguesas gourmet, ramen... Definitivamente estamos demasiado influenciados por las modas y esto ha provocado que la cocina tradicional española haya quedado relegada a un segundo plano en el panorama gastronómico madrileño. Afortunadamente, aún quedan lugares que se resisten a seguir estas tendencias y continúan apostando por los guisos de siempre, los de nuestras madres y abuelas. Un claro ejemplo de ello es el restaurante Asturianos, con más de 50 años a sus espaldas en el castizo barrio de Chamberí (Calle Vallehermoso nº 94) dando de comer a su fiel clientela. Tras los fogones se encuentra la artífice de tal éxito, la señora Julia, una guisandera con mucho salero y poco postureo que consigue hacernos disfrutar con sus elaboraciones de corte tradicional. Al mando del servicio están sus hijos, Alberto y Belarmino, que han sabido adaptar el restaurante a los tiempos actuales sin perder por el camino la autenticidad del mismo.
Asturianos mantiene la estética de antaño con una fachada que no invita a entrar de ninguna de las maneras, por lo que si traspasas su puerta, probablemente el boca a boca haya jugado un papel determinante. Una vez dentro, en una primera instancia encontramos una zona de barra y unas cuántas mesas para picar algo. En las paredes reposan pizarras dónde podemos observar su oferta gastronómica. Tras atravesar un estrecho pasillo llegamos a un salón rectangular de tamaño reducido. Una de las paredes presenta ladrillo visto y el resto se encuentran rematadas en madera. Servilletas y manteles de tela, no podía ser de otra manera. Varios cuadros con trazos en tinta negra rompen con el clasicismo que se percibe a lo largo de todo el local. Cabe decir que el cuidado en la decoración es inversamente proporcional a la calidad de la comida. Imagínense como nos pusimos.
El festival comenzó con unas rodajas de chorizo acompañadas de colines y un par de copas de Ribera del Duero (Avan Tinto 12 meses en barrica de roble francés) provenientes de la extensa y cuidada bodega de Alberto, el sumiller de Asturianos. El sabor del chorizo nos traslada a esas frías noches de invierno en el pueblo a la luz de la lumbre con un pedazo de queso, embutido y todo regado con buenos caldos. Un aperitivo que nos hizo vislumbrar la que se nos venía encima.
Al ser los guisos la especialidad de la casa, optamos por compartir unas albóndigas de boletus con salsa de hongos (12€) a modo de entrante. Pelotas como las que hacia abuela, de pequeño tamaño, ligeramente crudas en el interior, de suave sabor y con una salsa que desprende un aroma que invadió el pequeño salón. Uno de esos platos que no podemos obviar al verlo sobre la carta y que cumplió sobradamente las expectativas.
La carrillada de buey estofada (16.50€) es uno de los platos insignia de la casa y esto se debe al sabor, la jugosidad y la ternura que presenta, hasta el punto de deshacerse con el leve roce del cubierto. La salsa es una perdición que invita a hacer "transatlánticos". ¡¡¡Un espectáculo!!! Además, ser sirve acompañada de patatas fritas caseras a las que poniéndonos un tanto puntillosos les falta un ápice de crujiente para estar perfectas. Sin lugar a dudas, esta carrillera presenta sobradamente todos los requisitos que debe cumplir esta receta, de matrícula de honor.
Y aquí llega la culpable de nuestra visita a Asturianos, su fabada (17€). Generosa ración servida en cazuela con una faba suave y un fondo que es puro placer. Entre el compango, resalta una deliciosa morcilla de cebolla propensa a ser acompañada con un pedazo de pan asturiano. Una vez más, la señora Julia nos muestra las bondades de su excelsa cocina tradicional.
Para poner el broche final un flan de queso (5€). Sí, vuelvo a repetir de queso, no como ocurre en otros lugares que casi tienes que imaginarte el sabor Un postre que no hace más que confirmarnos el excelente nivel de esta auténtica casa de comidas.
Nos dejamos muchos platos en el tintero como el pollo de corral estofado con manzana confitada, las verdinas con marisco, las croquetas de cabrales, plátano y ciruelas, las clásicas patatas al cabrales... pero esto no es problema, ya que le auguramos muchas más visitas.
En definitiva, Asturianos es un lugar en el que apuestan por una cocina honesta sin artificios ni deslumbrantes puestas en escena. La señora Julia nos sorprende con una cocina tradicional sin resquicios dónde destacan sus deliciosos guisos. Uno de esos lugares en el que consideras bien invertido el dinero ya que la relación felicidad-precio alcanza límites muy altos. En fin, larga vida a la cocina de la señora Julia.
DETALLE DE LA CUENTA:
Albóndigas de boletus: 12€
Carrillada de buey: 16.50€
Fabada: 17€
Flan de queso: 5€
Bebidas (x4): 12€
Pan (x2): 2.80€
Total de la cuenta: 65.30€ (2 comensales)
DATOS DE INTERÉS:
Asturianos
Ubicación: Calle Vallehermoso, 94, 28003, Madrid
Teléfono de contacto: 91 533 59 47