Era difícil arañar lectores en uno u otro espacio, unos lectores que demandaban mucha información. Recuerdo que conforme avanzaban las reconversiones asturianas en la siderurgia, en el sector naval y en las minas, la voz de los que iban sucumbiendo y engrosando el paro y la jubilación anticipada era la de La Voz de Asturias.
Es curioso como a la prensa nos mantenía vivos la crisis. Que diferente hoy que la crisis arrasa con los diarios que no hacen más que hablar de ella. Esa maldita crisis moderna que ha mutado, como un virus, con la tecnología digital y que está produciendo una enfermedad mortal para algunos periódicos débiles como ancianos casi centenarios como La Voz.
Hoy Asturias ya no tiene su antorcha de carburo para iluminar el recuerdo de la oscuridad de las minas. Hace tiempo que los mineros se fueron callando ...hasta que hoy se quedaron definitivamente sin Voz.