Atado y bien atado: la reforma electoral que quiere aguirre

Publicado el 01 diciembre 2011 por Jesuszamorabonilla

La mayor virtud (en sentido no moral) de un político es la capacidad de sacar adelante sus intereses dando la impresión de que está atendiendo a las demandas de los ciudadanos. Nuestra inconmensurable adalid (o adalida), la gloriosa Esperanza Aguirre de los recortes para todo menos para el golf, anda cavilando desde el 15M sobre la posibilidad de dejar las cosas en Madrid atadas y bien atadas para las futuras generaciones de sus gaviotillos carpetovetónicos, aprovechándose de la ola de malestar general que barre España en relación con la representatividad de nuestro régimen electoral..Y como buen ejemplo de la tendencia maquiavélica a la que me refiero, doña Esperanza pretende hacer una reforma que va justo en sentido contrario a lo que la inmensa mayoría de los que nos quejamos estamos reclamando. Lo malo de nuestro sistema electoral es que es demasiado mayoritario y demasiado poco representativo, y lo que propone nuestra golfera suprema es hacer el parlamento de Madrid todavía más mayoritario. Nuestra comunidad autónoma tiene la ventaja, precisamente, de ser aquella en la que, por tener una mayor población concentrada en una circunscripción única, las triquiñuelas de la ley de d'Hont tenían un efecto menor (aunque no despreciable, ni mucho menos). Pues bien, la Espe quiere dividir Madrid en circunscripciones, de modo que en cada circunscripción se elija un solo representante, naturalmente aquel que obtenga una mayoría de los votos en ese territorio. (Al menos, eso sería, según parece, para elegir sólo una parte del parlamento: el resto seguiría parecido a lo que hay en el sistema actual)..Los defensores del sistema mayoritario aducen que ese sistema favorece el que cada representante se tome en serio la representación de los intereses de la gente de su distrito, o sea, que la gente sepa "quién es" su diputado, y vayan a pedirle que defienda ciertas cosas, amenazándole con no volverle a votar si no lo hace..Esto puede sonar razonable, y tal vez en una sociedad diferente a la nuestra pueda funcionar así, pero hay muy serias razones por las que es un sistema francamente indeseable:.1. Los temas que se deciden en la Asamblea de Madrid no suelen ser (o no deberían ser) tales que puedan favorecer francamente a unos distritos frente a otros. E incluso aunque lo sean, si un 55 % de los distritos prefiere una cosa y el 45 % prefiere la contraria, ¿qué más da que los representantes del 45 % se pongan a dar voces en la cámara? Al final ganarán los del 55 %. Así que, ¿qué razones puede tener un votante de los del 45 % para preferir un representante u otro, si va a perder igual? Parece que hay otros mecanismos para garantizar que el equilibrio entre los beneficios y costes impuestos por las decisiones de la Comunidad de Madrid a sus distritos sea razonable..2. El argumento de que así los ciudadanos están mejor representados no se sostiene por ninguna parte: en un sistema mayoritario, si en cada distrito ganase un candidato con el 51 % de los votos, del mismo partido en cada circunscripción, entonces el 49 % de los ciudadanos no tendrán A NADIE que represente sus preferencias políticas en la Asamblea. Si el diputado de mi distrito defiende cosas contrarias a las que quiero yo, ¿quién me representa a mí?.3. Conociendo cómo funcionan los partidos políticos en España, ¿alguien se cree en serio que un diputado va a votar lo contrario de lo que quiere su partido, aunque los ciudadanos de su circunscripcion se lo pidan, suponiendo que su voto sea necesario para que salga adelante la ley que quiere su partido? Lo que intentará ese diputado es explicar de cualquier forma lo buenísima que es esa ley (y, como mucho, esperará que le den otro puesto en las siguientes elecciones, si los electores de su distrito han amenazado con no votarle; y claro, el partido se lo dará, en agradecimiento a los servicios prestados)..En mi opinión, lo que pretende DE BOQUILLA conseguir la reforma de Aguirre se podría conseguir con una elección totalmente proporcional de la Asamblea, de la manera siguiente:.A. Los escaños se asignan, como digo, de manera totalmente proporcional (ajustando los restos). Si un partido tiene el 15 % de los votos, pues que tenga lo más aproximado posible a un 15 % de los escaños..B. Posteriormente, se hacen unas elecciones en cada distrito, en las que los ciudadanos deciden, de entre los diputados ya elegidos, cuál quieren que sea SU representante (puede haber diputados que representen a más de un distrito, si así lo quieren los ciudadanos). Esos diputados que, además de serlo por su partido, representan a un distrito, tendrán un complemento económico muy notable en su salario. (El salario de los otros diputados, los que no representan a ningún distrito, sino a su partido y nada más, podría ser más bajo que el de ahora, e incluso su puesto podría tomarse como un trabajo a tiempo parcial en muchos casos)...Más:Democracia pluricameral.Enrólate en el Otto Neurath