Atardecer

Por Ciryab

Pasear tus atardeceres por la Ribera cuando el sol te baña de calidez, merecería un poema.
Es curioso, cuando miro tu atardecer a través del objetivo, es cuando acuden las palabras cargadas de sensualidad y conjunción, pero en las manos tengo una cámara, no papel y lápiz donde plasmar con palabras la magia del momento.  Pero no te alarmes, soy consciente de mi nula métrica, en este aspecto, como decía aquel en la canción, las musas siempre han “pasao” de mi.
Hay atardecidas, en el que las nubes y el sol se confabulan en laica letanía, y ofrecen al paseante tranquilo y observador momentos sublimes, hasta me atrevería a decir que místicos

Camino de tu atardecer, paso por delante del cementerio de la Salud, nombre paradójico para un cementerio y que da bastante juego a la ironía. Pero hay que entender que primero fue la ermita de   N Sra. de la Salud construida en 1805.
Luego con la invasión de los gabachos –que eran más civilizados e higiénicos que los españoles de aquellos tiempos-  prohibieron los enterramientos de la nobleza dentro de las iglesias y de la plebe fuera de ellas. Así que hubo de construirse uno fuera de la población -1811-, y mira tú por dónde se eligió el lugar que hoy ocupa, junto a la ermita, ¿y qué nombre le ponemos?  Está claro…
Recuerdo que de niño mi abuelo me llevo a ver la tumba de su admirado Manolete, y que al salir me enseño la tapia en la que aún podían verse los impactos de bala de los fusilamientos fascistas.

La intervención llevada a cabo en meses pasados en tu Sotos, ha sido contundente. Por supuesto habrá opiniones  a favor y en contra, pero creo que era necesario, el grado de asilvestramiento empezaba a ser alarmante 


Atardecida
Anochecida


Busqué la luna esa fría noche, pero solo encontré el hechizo de tu embrujo.