Como contraste, traigo aquí unos párrafos de lo que podríamos llamar un juramento hipocrático cristiano, del siglo III: " Según mi capacidad y mi juicio, sólo aplicaré mis tratamientos para beneficio de los enfermos. Practicaré mi arte con pureza y santidad. En cualquier casa que entre, lo haré para ayudar al enfermo, y me abstendré de cualquier acción, intencionada o no, que pueda causar daño o provocar la muerte".
Es éste el progreso que nos depara la ética utilitarista? Se comienza por utilizar unos eufemismos y se termina provocando la muerte.