Atentados, ¿se lo explicamos o no a nuestros hijos?

Por Mamás_besos @mama_besos

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La tarde del jueves una triste noticia invadió de nuevo nuestras vidas. Esta vez la barbarie ocurrió a escasos kilómetros de casa. Sé que el terrorismo está afectando a muchos más paises, pero no negaremos que la proximidad es directamente proporcional a nuestro grado de preocupación, y miedo. Sí, no debería ser así, pero el poder ponerle cara y nombre a alguna de las víctimas, cara y nombre a las calles o viviendas afectadas, lugares que sueles frecuentar, te hace percibir el terror más a flor de piel, sobretodo al pensar que podrías haber sido tú,o aún peor, alguno de tus hijos.

Pero llegados a este punto, en el que el ser humano es capaz de causar tales actos, ¿cómo debemos actuar ante nuestros hijos? ¿A qué edad se les debe explicar estas cosas tal cuál son? ¿A qué edades es mejor obviárselas? ¿a qué edades es mejor explicárselas, pero “retocando” la historia? Cuando se trata de niños ya de una cierta edad, digamos a partir de unos ocho-diez años, tengo claro que no se les debe ocultar nada de estos trágicos sucesos, eso sí evitando en todo lo posible el alarmismo o el sensacionalismo y explicándoles no sólo lo acontecido sinó el por qué ocurren estas cosas y por qué nunca deberían ocurrir. A cierta edad, sí, creo que son capaces de entenderlo y también creo importante que sepan que además del amor, en este mundo, por desgracia también vivimos con el terror, la maldad, las injusticias. Porque es sólo conociendo su existencia que serán capaces de plantarles cara.

Pero, ¿qué hacemos con niños de 3, 4, 5, 6 años…? ¿con niños que todavía se despiertan de madrugada pensando que hay un monstruo dentro del armario o que simplemente con pensar que existen ladrones ya no son capaces de conciliar el sueño por si ese día deciden entrar en casa?

De momento nosotros vamos actuando según vamos observando a nuestro hijo. No se lo explicamos si él no se ha enterado o no muestra interés, y si nos pregunta intentamos explicárselo de una forma suave, acorde a su edad, pero sin mentiras. Poniendo émfasi en las cosas positivas, en la gente que ayuda, en los policias que nos protegen, en los médicos que curan… Porque por mucho que queramos ocultarles sucesos como éste, hoy en día se acaban enterando, a través de amigos, la escuela, etc… y tarde o temprano tendremos que plantarnos delante de ellos a responder a sus preguntas.

Pero eduquemos siempre en positivo, no para inculcarles el terror, el miedo y el odio, sinó enseñándoles que los adultos, independientemente del color, raza, etnia o religión, nos equivocamos, a veces muchísimo, como esos terroristas. Que en este mundo hay cosas buenas y bonitas y cosas malas y horribles, y es importante saber que las dos cosas existen en el mismo tiempo y en los mismos lugares, y que debemos elegir siempre las primeras.

Pero querramos como querramos afrontar todas estas preguntas o inquietudes de nuestros hijos, la verdad es que nosotros, las madres y padres, siempre tendremos dudas de cómo hacerlo. ¿No lo creéis así?