En pocas horas, en la gris y ecléctica ciudad rumana de Bucarest, el Athletic Bilbao y el Atlético Madrid protagonizarán una final de la cual se espera mucho y que tendrá la presencia en los bancos de Marcelo Bielsa y Diego Simeone e intentarán alzarse con la Uefa Europa League.
El camino trazado avala el arribo de ambos equipos, que tras más de diez meses de ardua e intensa disputa harán realidad la séptima final continental entre equipos españoles y la segunda en esta misma competencia tras la disputada en Glasgow por el Sevilla y el Espanyol en la temporada 2006/07, que culminó con victoria por penales del equipo que por entonces dirigía Juande Ramos.
Antecedentes europeos de los equipos:
Será la segunda final europea que dispute el Athletic, que hace 35 años y en el marco de este mismo certamen cayó en el encuentro decisivo ante la Juventus que comandaba Giovanni Trapattoni y que contaba con jugadores de la talla Dino Zoff, Claudio Gentile, Gaetano Scirea y Marco Tardelli.
El Bilbao estuvo realmente cerca de alzar el título en aquella ocasión, en la que tras caer 1-0 en Turin (gol de Tardelli) ganó 2-1 en San Mamés pero acabó derrotado justamente por el valor doble de ese tanto anotado en la Catedral por Roberto Bettega.
Era un gran conjunto aquel, que dejando en el camino a equipos como el Milan y el Barcelona había llegado merecidamente a la final principalmente comandado por José Angel Iribar, Javier Irureta, Angel Maria Villar y Jose Maria Amorrortu, quien actualmente es el Director Deportivo del Club y entre 2006 y 2011 fue responsable máximo de la cantera del Atlético.
Bastante más amplios son los antecedentes del conjunto rojiblanco, que protagonizando su séptima definición continental (segunda de Uefa Europa League) intentará quebrar la paridad de la que hablan sus tres victorias y tres derrotas anteriores.
El Atlético cayó en las definiciones de las Recopas de 1963 (5-1 ante Tottenham) y 1986 (3-0 frente al Dinamo Kiev del legendario Valeri Lobanovsky) y de la Copa de Campeones de Europa 1974, en la cual cedió ante el Bayern Munich del “Gran eje” en el encuentro desempate (4-0) tras haber igualado de forma increíble en el primer choque.
Por el contrario, el equipo logró imponerse en la Recopa de 1962 (venció 3-0 a la Fiorentina en el segundo encuentro tras haber igualado 1-1 en el primero) y la Uefa Europa League (2-1 al Fulham con dos tantos de Diego Forlán) y Supercopa de Europa 2010 (2-0 al Inter), títulos que obtuvo tras 48 años de sequía.
El camino hacia la final:
El Athletic Bilbao inició su camino en el certamen en la cuarta ronda previa, en la que se vio favorecido del escándalo relacionado con las apuestas que envolvió al Fenerbahce para superar la traba que le suponía enfrentar al Trabzonspor, que ingresó al máximo certamen continental en reemplazo del excluido elenco oriundo de Estambul.
Ya en la fase de grupos, el cuadro comandado por Marcelo Bielsa integró la zona F junto al Salzburgo, el París Saint Germain y el Slovan Bratislava, equipos ante los que impuso su jerarquía para terminar clasificándose en el primer lugar con un total de 13 puntos (4G, 1E Y 1P).
El equipo comenzó venciendo de visitante al Slovan (2-1) y de local al PSG (2-0), luego igualó (2-2 en San Mamés) y venció (1-0 en Austria) al Salzburg y posteriormente volvió a derrotar en casa al Slovan (2-1), para acabar sumando su única derrota ante el PSG en la última jornada (4-2).
Seguidamente, el Athletic eliminó en dieciseisavos de final al Lokomotiv de Moscú (cayó 2-1 de visitante y ganó 1-0 de local), en octavos al Manchester United (ganó 3-2 en Old Trafford dando una exhibición inolvidable y 2-1 de local), en cuartos al Schalke 04 (se impuso 4-2 en Gelsenkirchen e igualó 2-2 en San Mamés) y en semifinales al Sporting Lisboa (perdió 2-1 de visitante y ganó 3-1 de local).
Un tiempo antes comenzó su recorrido el Atlético, que se vio obligado a jugar la tercera y la cuarta ronda previa, en las que se impuso respectivamente ante el Stromsgodset noruego y el Victoria Guimaraes portugués ganando tanto los encuentras de ida como los de vuelta.
En la fase de grupos, el once colchonero integró la zona I junto al Udinese, el Celtic y el Rennes y al igual que el Athletic se clasificó cómodamente como líder sumando los mismos trece puntos (4G, 1E Y 1P).
Todavía dirigido por Gregorio Manzano, el equipo arrancó ganándole 2-0 al Celtic de local, luego igualó ante el Rennes (1-1 de visitante) y perdió ante el Udinese (2-0 también de visitante) y después se recuperó derrotando consecutivamente al propio Udinese (4-0 de local), al Celtic (1-o a domicilio) y al Rennes (3-1 de local).
Posteriormente y ya comandado por el “Cholo” Simeone, el Atlético eliminó en dieciseisavos a Lazio (ganó 3-1 de visitante y 1-0 de local), en octavos al Besiktas (se impuso 3-1 en Madrid y 3-0 en Estambul), en cuartos al Hannover (venció 2-1 primero en casa y luego a domicilio) y en semifinales al Valencia (ganó 4-2 en el Vicente Calderón y 1-0 en Mestalla).
Bielsa, Simeone y las fortalezas de ambos conjuntos:
El gran presente que viven ambos conjuntos se debe en gran medida al trabajo realizado por Bielsa y Simeone, quienes asumiendo las riendas en momentos muy distintos implantaron relativamente rápido sus conceptos y transformaron a ambos equipos en onces competitivos, agresivos, protagonistas y completamente reconocibles desde la idea.
Voy a enfrentarme a un hombre al que admiro, como Marcelo. Es una alegría enorme encontrarnos en una final. Existe un afecto mutuo importante. Un entrenador que ha transmitido donde ha estado una marca y un registro, mas alla de los resultados buenos o malos, siempre es admirable”. Diego Simeone.
Bielsa modificó por completo el estilo del Athletic, que de su mano archivó ese fútbol rácano que practicaba con Joaquín Caparrós y paso a ser un equipo sumamente intenso, vistoso y atractivo, que crece desde la paciencia y la tenencia del balón, cree en los toques y las combinaciones y se exhibe agresivo en todo momento.
La linea a seguir la marcan jugadores como Ander Herrera, Oscar de Marcos, Markel Susaeta e Iker Muniain, quienes desde distintas demarcaciones guian al conjunto hacia posiciones ofensivas en las que muchas de las soluciones las entrega el goleador Fernando Llorente, quien suma siete goles en el torneo y atraviesa el mejor momento de su carrera.
El Atlético es un equipo muy combativo, que no da ninguna pelota por perdida, que sabe como defender y como atacar. Se parece mucho a la forma que tenia de jugar Diego. Valoro mucho lo que ha logrado en el equipo desde que llegó”. Marcelo Bielsa.
Igual de trascendente ha sido lo logrado por Simeone, quien asumiendo de apuro para reemplazar al cesanteado Gregorio Manzano bajó un mensaje cargado de optimismo e ilusión y transformó al Atlético en un combinado enérgico, dotado de personalidad y ambición, que no negocia el esfuerzo bajo ningún punto de vista y que al ser capaz de amoldarse a distintos escenarios se exhibe sumamente pragmático.
Los que más se destacan bajo dicho marco son Diego Ribas, Arda Turan, Adrián López (de extraordinaria primera temporada en Primera) y Radamel Falcao, quienes componen una linea ofensiva de lo más atractiva, variada y efectiva (entre los cuatro marcaron 25 de los 45 tantos anotados por el equipo en la competencia) y hacen fuerte al colectivo imponiendo las extraordinarias condiciones que cada uno atesora.
Athletic Bilbao, Atlético Madrid, Bielsa, Simeone, Llorente, Falcao… Son tantos los ingredientes como las ganas de atestiguar lo que se espera sea un grandioso espectáculo. Una final española, pero de tinte bien argentino.