Título original:
Chilla
Año:
2014
Atlántida Film Fest 2015:
Sección oficial
Duración:
88 min
País:
Países Bajos, Uzbekistán, Alemania, Francia
Director:
Saodat Ismailova
Reparto:
Farida Olimova, Rushana Sadikova, Saodat Rahminova, Barohad Shukurova
Que originalmente 40 days of silence se llame Chilla (Cuarentena) me parece algo magistral. La película cuenta la historia de una joven llamada Bibicha que, un día, decide dejar de hablar. Bibicha se refugia de su vida y del mundo en la casa de su abuela Khanjarmomo. La mujer y su prima Sharifa, apoyarán a la joven en un voto de silencio que se extiende 40 días. 40 días en los que Bibicha no dice nada.
La misteriosa determinación callada de Bibicha parece no tener explicación. La muchacha espera, en silencio, que aquello ayude en sus asuntos amatorios. Su voluntad, sin embargo, se pone en duda numerosas veces, también a ojos de Khanjarmomo, que sospecha que detrás de su decisión puede haber algo más.Bibicha no inventa nada. Pasar 40 días sin hablar es algo común en las tradiciones persa e india, como símbolo de penitencia y promesa. La actitud callada de la protagonista, sus intenciones no tan claras en un principio, así como los áridos paisajes de Tayikistán, hacen de la película en cuestión una sucesión de colores y formas que pasan de largo a ojos del espectador; siempre a la espera de alguna palabra por parte de Bibicha.
Ismailova no solo busca el protagonismo de la joven según lo que piensa, que lo mismo aparenta abstracción absoluta que interés aguerrido, sino que enmarca su vida rodeada de mujeres, de distintas edades y trasfondos. Como si de una foto a lo cotidiano se tratase, intenta entremezclar tradición, misticismo, modernidad y juventud en una serie de decisiones y escenarios en los que vemos a una Bibicha indefensa pero siempre fiel a su promesa.La determinación de Bibicha por intentar superar las distracciones de la vida diaria se entorpece por algunas sorpresas, pero esto no salva de ningún modo la lentitud del filme. La enigmática personalidad de la protagonista engancha desde el minuto uno, en una película hecha para sentirla. Y para pensar en los choques de la tradición y los nuevos tiempos. La soledad y la vida en familia.6/10