Con su primera película Rubber Quentin Dupieux nos mostró, como bien decía Alexliam en su crítica, que lo suyo era el No Sense. En Wrong da el protagonismo a un señor que no encuentra su perro en vez de a un neumático. Pero el extrañamiento sigue estando ahí.
Dolph Springer es un tipo normal que vive en un barrio normal con su perro normal y su jardinero normal. Pero claro, aquí nada es normal. Dupieux nos la vuelve a dar con que queso y empieza a jugar con arbitrariedades narrativas sacadas de la manga. Es decir, hace lo que le da la gana y cuando le da la gana sin perder nunca de vista la odisea de Dolph en busca de su perro.
Dentro de lo absurdo de la propuesta y del sinsentido que es todo, lo mejor es que Wrong es una película enormemente divertida y entretenida. Todo rodado con extraordinaria parsimonia pero con un eficaz sentido del ritmo y del gag. Pero no del gag del humor clásico sino de la cosa esta nueva que se ha dado en llamar post-humor, ese humor incómodo que no busca la carcajada sino la risa cómplice a la vez que la extrañeza.
Lo que sí está claro es que Wrong no es para todos los públicos. No es la película que le pondrías a tu padre para echar unas risas. Su esquinado humor sólo será compresible (si esto es posible) si quieres entrar en él o te toca la fibra de la barriga donde está la risa (esto me lo acabo de inventar). Dadle una oportunidad. Si a los 10 minutos no le veis la gracia (el sentido nunca se lo veréis) apagad la tele y a otra cosa.