Atlas de geografía humana

Editorial: Tusquets
Páginas: 608
ISBN: 9788483835074
Precio: 10,95 €

Atlas de geografía humana nos cuenta la historia de cuatro mujeres que trabajan en una editorial. Concretamente, en estos momentos se encargan de una colección de mapas, de ahí viene el título de la novela. Sus nombres son Rosa, Marisa, Fran y Ana, y básicamente el argumento gira en torno a las vidas de todas ellas, sus amores, sus preocupaciones, con fragmentos en primera persona que se van alternando. Su trabajo es el nexo, la excusa para relacionarlas; en la práctica no hay ningún misterio vinculado al atlas ni nada extravagante relativo a la editorial. Creo que lo mejor será que os hable un poco de ellas:
- Rosa. Con ella empieza la novela, y tal vez por eso siempre la percibí como la protagonista, aunque a todas se dedica el mismo número de capítulos. Rosa refleja a la mujer treintañera, casada y con hijos, que no es tan joven como para llevar una vida loca ni tampoco tan mayor como para atarse a una rutina que no la hace feliz. Su relación con su marido no funciona, y en el transcurso de la novela conoce a otro hombre que da un giro a su vida.
- Marisa. Una mujer muy insegura, con un físico poco llamativo, que nunca he tenido una relación estable con un hombre. Probablemente, de cara al público mayoritario es la menos llamativa, pero en el momento en que leí el libro se convirtió en mi favorita porque me identifiqué con ella en muchas cosas. Me encantó el final que tiene, en contraste con los de Rosa y Ana, las chicas espectaculares.
- Fran. Los capítulos de Fran son curiosos: se narran sus visitas al psicoanalista, en las que recuerda su pasado y cómo ha influido este en la vida que lleva ahora. Es la jefa del grupo, una mujer con carácter fuerte. Personalmente, su personaje me transmitió amores y odios a partes iguales: en algunos momentos su papel de jefa con una vida estable me resultaba repulsivo al lado de los devaneos de las demás, pero en otros me inspiraba ternura al ver asomar su yo más íntimo en sus charlas con el médico.

- Ana. Al igual que Rosa, es una mujer treintañera muy guapa, con una vida sentimental que no acaba de ir bien (aunque por motivos distintos). Es la que menos huella me dejó, y mientras duraba la lectura a veces la confundía con Rosa (sus tramas tienen puntos similares, como el hecho de conocer a un hombre que trae aire fresco a su vida).

Estilo

El estilo de Almudena Grandes no es lo que se dice ameno. Tiene una prosa literaria, con frases largas, adjetivación abundante y párrafos extensos, que a menudo ocupan más de una página. Como consecuencia, se hace densa de leer y a ratos el libro tiene un ritmo lento, puesto que se entretiene en la introspección psicológica de cada mujer y no avanza rápidamente con las acciones. Fue una obra que me costó un poco de leer: mi ejemplar es de tapa grande y ocupa menos que el de bolsillo (unas 400 páginas), por lo que pensaba que no me iba a durar mucho tiempo. Al final, estuve con él cerca de un mes, hasta ese punto llegan la profundidad y los mil matices de la Grandes. Esta autora es maravillosa, pero hay que saber encontrar el momento adecuado para enfrentarse a sus libros, sobre todo a los más extensos.

Por otro lado, la novela alterna fragmentos correspondientes a las cuatro protagonistas, narrados en primera persona por cada una de ellas. Almudena Grandes tiene tal dominio de la escritura que se adapta perfectamente a los distintos registros de los personajes a la hora de darles voz —no ocurre como en novelas de otros autores, en las que todos los caracteres se expresan igual, un error muy común entre principiantes—, y entre eso y el contenido resulta fácil saber qué mujer habla en cada momento (a mí me lo pareció, aunque sé que hay gente que ha tenido más dificultades).

Impresiones

Atlas de geografía humana pertenece a ese grupo de novelas escritas y protagonizadas por mujeres que tan a menudo se califican como «literatura femenina», lo que en mi opinión es totalmente falso. Antes que hombres o mujeres, somos personas, y lo que se narra en este tipo de libros es la vida de gente normal, como la que te cruzas todos los días por la calle. No se centra en temas femeninos como hace el chick-lit, ni presenta tramas románticas propias de las novelas rosas (estas sí que suelen tener como público mayoritario a mujeres). El libro es apto para lectores de ambos sexos; otra cosa es que de entrada atraiga más a las féminas por aquello de identificarse con el personaje, pero no hay que ponerle etiquetas porque puede también gustar mucho a los hombres.

Dicho esto, he de decir que disfruté muchísimo con la lectura. Me fascina la manera en que Almudena Grandes entreteje vidas hasta el más mínimo detalle, de una forma creíble, realista y natural. Avanza sin prisas, con las cosas claras y todo bien atado. A veces pienso que este género está infravalorado: se relaciona la fantasía con la imaginación y la creatividad, pero lo cierto es que hace falta ser muy imaginativo para recrearse en estas historias del modo en que lo hace ella.
Con respecto a los personajes, antes os he contado brevemente mis impresiones sobre ellas; no obstante, no creo que haya una que sobresalga por encima del resto: todas están perfectamente trazadas, resulta muy fácil verlas como personas normales, cercanas. El lector preferirá una u otra en función de su forma de ser, claro, pero no considero que se pueda decir que alguna cojee. Una vez más, Almudena Grandes hace gala de su maestría para controlar diversas tramas a la vez, sin perderse y sin que ninguna de ellas decaiga.

En cuanto a los temas que trata, en general son cuestiones con las que quien más quien menos se puede identificar: el amor, el desamor, la rutina, la influencia del pasado, el sentirse inferior, la necesidad de aportar un poco de locura a la vida, etc. Situaciones corrientes, temas cotidianos; no esperéis encontrar aventuras extraordinarias en este Atlas. Como amante de la literatura realista, Almudena Grandes fue todo un hallazgo para mí, pues este libro se adapta perfectamente a aquello de «libro realista protagonizado por mujeres» que tanto repito cuando hablo de mis preferencias literarias.
Más allá de los inconvenientes que puede suponer el estilo denso y cargado de detalles, en mi opinión el libro no tiene ningún defecto reseñable. Pienso que puede gustar mucho a los amantes de las novelas con protagonistas fuertes e independientes, con sus personalidades moldeadas al milímetro. Pese a la popularidad de la autora, no pienso que Atlas de geografía humana sea una obra para cualquier lector: te tienen que gustar estos temas para disfrutar de su lectura y que la narración no sea un problema para ti. Eso sí, si son de vuestro agrado, vais a enamoraros de su prosa y de ahora en adelante la Grandes será una escritora de referencia para vosotros, como me ocurrió a mí.

Si hago unas comparaciones con sus otros libros, casualmente me encuentro con que los dos que más me han gustado son también los que tienen una extensión mayor, Atlas de geografía humana y Los aires difíciles. Los dos están impregnados de ese estilo denso, que poco a poco perfila historias de personas muy reales cargadas de matices. Me quedo con Atlas de geografía humana porque el hilo central de las cuatro mujeres me gustó más, pero ambos me parecen cien por cien recomendables. Por otro lado, Castillos de cartón y Estaciones de paso (un libro breve y uno de relatos, respectivamente), aunque no sean malos, me supieron a poco. Creo que la propia autora se siente más cómoda en sus novelas largas, en las que puede enrollarse y recrearse a gusto; con los relatos sentí que se acababan cuando al fin empezaba a meterme en la historia, así que me parecen prescindibles. De todas formas, los lectores que conocen mejor su obra coinciden en que sus mejores publicaciones son Malena es un nombre de tango y El corazón helado; tenedlo en cuenta si os animáis a leer algo suyo.

Conclusión

Almudena Grandes

Me encantó, lo considero el mejor libro de Almudena Grandes de los que he leído hasta el momento. Plasma las vidas de cuatro mujeres modernas a la perfección, se adapta al registro de cada una y, aunque el lector sentirá más empatía por una u otra en función de su personalidad, todas están muy bien caracterizadas y no hay nada que cojee en ellas. A pesar de ello, no me parece una obra para cualquiera: la autora tiene un estilo denso, cargado de detalles, con párrafos extensos y diálogo casi inexistente, por lo que no lo recomendaría a gente con poco hábito lector ni para quienes busquen una lectura ligera. En cambio, os animo encarecidamente a leerlo si os gustan las novelas que reflejan muy bien la vida de unos personajes, con sus luces y sus sombras. Si conseguís superar las primeras páginas sin saturaros, estoy segura de que no os decepcionará.
*Las imágenes que acompañan al texto son de la película basada en el libro.
Mi valoración: 9/10