Atlas de geografía humana, de Almudena Grandes

Publicado el 27 enero 2013 por Goizeder Lamariano Martín

Título: Atlas de geografía humana Autora: Almudena Grandes Editorial: Tusquets Año de publicación: 1998 Páginas: 603 ISBN: 9788483835074 Después de Las edades de Lulú, Inés y la alegría, Castillos de cartón, Malena es un nombre de tango, El corazón helado y El lector de Julio Verne este es ya el séptimo libro que leo de Almudena Grandes, que se ha convertido sin duda en una de mis autoras favoritas. Y después de leer estas siete novelas tengo claro que me encanta el estilo de la autora, pero también he llegado a la conclusión de que me gustan mucho más las novelas de Almudena Grandes que están ambientadas en la Guerra Civil o hablan de este periodo de la Historia de nuestro país. Quizá por eso me ha costado mucho entrar en esta novela que me regaló mi amiga Inés, a la que desde aquí le doy las gracias. Tenía ganas de leer el libro y lo empecé al día siguiente de que llegase a mis manos. Aun así, me ha durado una semana. La primera mitad me resultó espesa, árida, demasiado enrevesada. Creo que en parte es culpa de la propia historia pero en parte también es culpa mía. Leí el libro en el metro, en los trayectos de casa al trabajo y del trabajo a casa. Y en una semana que ha sido caótica y en la que he tenido mil asuntos que resolver y muchísimas cosas en la cabeza.
Pero en cambio, cuando llegó el fin de semana, el sábado a la mañana y el domingo a la tarde leí más de la mitad de la novela, tranquila, en casa, en el sofá, con la manta y un té, con Pablo y Calcetines tumbados a mi lado y escuchando y viendo la lluvia a través de la ventana. Una gozada, vamos. Y al final puedo decir que en conjunto la novela me ha gustado mucho, especialmente la segunda mitad. Y que incluso me he quedado con ganas de más y he echado en falta una continuación, una segunda parte de esta historia. Las protagonistas de la novela son cuatro mujeres, Ana, Rosa, Fran y Marisa, que trabajan en un gran grupo editorial en la elaboración de los fascículos de un atlas de geografía. Es la primera vez que comparten un proyecto, son muy distintas, pero también tienen muchas cosas en común. Todas rozan los cuarenta, están en un momento decisivo de sus vidas. Tienen que coger el toro por los cuernos, saber de una vez quiénes son y, sobre todo, quiénes quieren ser. Qué quieren hacer realmente con sus vidas. Ana se casó y fue madre muy joven y ahora su hija Amanda, de 17 años, vive con Félix, su padre, en París, mientras que Ana intenta rehacer su vida en Madrid y sobrevivir a su familia, especialmente a su madre, que una y otra vez le recuerda que está sola. A Ana le gustaría volver a enamorarse locamente, como cuando era adolescente. Volver a ser feliz, volver a vivir intensamente. Solo hace falta encontrar al hombre adecuado, aunque nunca sepamos cuándo y dónde va a aparecer y, sobre todo, quién va a ser. Rosa está casada con Ignacio y tiene dos hijos, Ignacio de 11 años y Clara de 7. Pero siente que su vida ya no le gusta, ya no le interesa, ya no siente lo mismo por su marido y, lo más grave de todo, tampoco por sus hijos. Por eso no duda a la hora de vivir una aventura amorosa con un fotógrafo que no sabe a dónde le llevará. Fran es la jefa del proyecto. Está casada con Martín, a quien conoció en la universidad, cuando los dos vivían apasionadamente la política, eran comunistas, radicales y tenían toda la vida por delante. Ahora los dos han cambiado, aunque les cueste reconocerlo. Fran siempre ha necesitado llevar el control de su vida y ahora que siente que lo ha perdido no duda en acudir una vez por semana a una psicoanalista. Por último, Marisa es la más tímida, la más solitaria del grupo. Es informática y tartamuda. No se valora y pasa sus noches, sus cumpleaños, sus navidades y sus vacaciones sola. No le importa. Como tampoco le importa beber sola en los mejores bares, hoteles y restaurantes de Madrid. No le gusta su vida y por eso se inventa otra, finge ser otra persona. A lo largo de las páginas, las cuatro mujeres nos cuentan en primera persona cómo es su vida, su día a día, su presente, pero también cómo conocieron a sus maridos, cómo fue su infancia o su adolescencia, cuáles son sus sueños y sus miedos. Y por eso terminamos conociéndolas como si fuesen parte de nuestra familia o unas amigas de toda la vida. Las sentimos cercanas y es inevitable no identificarse con ellas en muchísimos momentos de la novela. Al comienzo del libro me costó mucho entrar en la historia, saber quién hablaba en cada uno de los capítulos, que por otra parte son demasiado largos. Me costaba identificar a las cuatro protagonistas. Pero cuando por fin lo conseguí, disfruté muchísimo de sus historias y, en definitiva, de la novela, que sin duda os recomiendo. Una novela que aunque se publicó hace ya quince años sigue siendo actual, porque habla de cosas intemporales, como el amor, la amistad, el sexo, la familia, los sueños, los miedos, las dudas, las contradicciones, los deseos, las pasiones, las decepciones, las derrotas o las conquistas. Pero, por encima de todo, es una historia que habla de la búsqueda de la felicidad. A todos nos gustaría poder tener un mapa, un atlas de geografía humana que nos guiase en esa búsqueda. Pero, aunque no lo tenemos, al menos nos queda el consuelo, la esperanza de saber que a veces las cosas cambian. Ya sé que parece imposible, que es increíble, pero a veces pasa.