Atmósfera y ambiente de un relato, 1 de 2

Publicado el 28 enero 2010 por Jcercas

Una buena atmósfera (luz, oscuridad, olores, sabores; lo concerniente a las sensaciones) le da una buena cantidad de fuerza al relato. Cortázar decía que con una buena atmósfera se tiene ganado un treinta por ciento del cuento. En el cuento Emma Zunz, de Jorge Luis Borges, hay un momento en el que Emma se encuentra en el laberinto de un puerto, destinada a entregar su virginidad, y en ese instante va hacia una alargada ventanita rectangular Borges dice: «En ese momento el día estaba agonizando». ¿Por qué no dijo que atardecía o que estaba cayendo la bola naranja del sol, o que se gestaba el crepúsculo? Porque el acto que iba a realizar Emma representaba una agonía para ella y porque, más adelante, el personaje antagonista también va a agonizar. Esto implica que la atmósfera debe ir acorde con el hecho narrado, pero sin exagerar.


En la atmósfera juegan todos los factores culturales que envuelven a los personajes: su condición social, su forma de vestir, valores, tradiciones, alimentación...