De esta manera, el número 49 del mundo se llevó sin sufrimiento el triunfo en este certamen, en una final que solamente se extendió por 61 minutos y que marcó el tercer título como profesional para Kohlschreiber, quien anteriormente se había consagrado en Munich (2007) y Auckland (2008).
El primer parcial fue muy parejo, al punto que el flamante campeón sólo dispuso de una ocasión para quebrar, la cual no pudo aprovechar. Por este motivo, la manga se fue a un desempate en el que Kohlschreiber se lo llevó por un ajustado 7-5. Aunque vale destacar que podía haber sido para cualquiera, ya que los dos jugaron muy bien, sobre todo el primer servicio, con el que ganaron más del 75% de los puntos en juego.
Con la desventaja, sumado a la intensidad de los dolores, Petzschner buscó torcer la historia; sin embargo, el quiebre temprano de Kolhschreiber lo hizo darse cuenta que no podía más, por lo que decidió retirarse con el marcador 0-2, permitiéndole a su oponente coronarse. Seguramente, el abandono del germano se debió a que Wimbledon está próximo y buscará recuperarse en esta semana para llegar en plenas condiciones al tercer Grand Slam del año.
Cuadro de singles de Halle
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