Atrapados en la red

Publicado el 05 octubre 2021 por Angel Maíllo @gramofono1

Hace pocos días asistíamos a un fallo en importantes plataformas de internet relacionadas con mensajería y redes sociales. Este apagón cibernético se prolongó durante varias horas. Entonces nos dimos cuenta  que somos dependientes de la red y sus plataformas de comunicación, sin las cuales parece que nos falta algo e incluso me atrevería a decir que los más jóvenes que han nacido y crecido con este tipo de tecnologías se vieron seriamente perjudicados por este fallo en el sistema.

Es cierto que debemos estar con el progreso y que todo este tipo de avances tecnologícos nos sirven de gran ayuda, máxime a mí que escribo un blog, asociado a varias redes sociales. Pero aun así, lo sucedido con este apagón nos debería servir como reflexión y apelar a una comunicación más humanizada,  más fluida, mostrándonos como somos y como nos sentimos  sin ridículos iconos que indiquen nuestro estado de ánimo, sin abreviaturas que coartan las palabras, sin felicitaciones de cumpleaños de gente desconocida, sin el protagonismo que le concedemos al móvil en nuestras reuniones sociales.

Hoy las redes se han convertido en algo imprescindible para nuestra vida cotidiana ¿podríamos vivir sin el dichoso WhatsApp? La respuesta es que nos costaría mucho trabajo, pero hemos estado mucho tiempo sin él y hemos sobrevivido. Cuando solo existían teléfonos fijos y no había una comunicación constante, solo la necesaria, cuando para expresar algo lo hacías a través de las cartas, sin abreviaturas, sin iconos ni estados.

En las redes sociales hay mucha falsedad e incluso me atrevería a decir mucha infelicidad con gente que nos muestra su vida minuto a minuto, los sitios que visita, haciendo ver a los demás un estado de felicidad que quizás no lo es tanto, captando en todo momento fotografías con el único fin  de subirlas a sus redes  para que todos sepamos que ha estado aquí o allá, mostrándolas a amigos que apenas conoce.

Incluso Cupido se cuela entre la maraña tecnológica que cada día une a más parejas hasta entonces desconocidas, lo cual es algo bueno que tienen las redes, en un mundo cada vez más asocial, en el que es difícil encontrar pareja e internet nos da  esa oportunidad. Aunque yo sigo creyendo en las relaciones personales cara a cara, en los sentimientos reales de las amistades verdaderas, en el tacto de una  caricia suave, en el perfume de la persona amada, en el abrazo franco  y las pocas pero sinceras felicitaciones que recibía al cumplir años y en la libertad de no estar atado y localizado en todo momento.

Nada mejor que acompañar esta entrada con música. Esta vez de la mano de un paisano, Nacho Campillo con su antigua banda Tam Tam Go “atrapados en la red”