En el siglo XVIII los académicos la consideran voz anticuada, pero esta palabra sigue resistiendo el paso del tiempo y la seguimos teniendo en el diccionario y en las lenguas populares.Aparece a mediados del siglo XIII significando urdir, maquinar con falsedad. Se supone que pudo evolucionar del árabe (al nasq), pero también cabe la posibilidad de que tenga orígenes celtas, a partir del irlandés antiguo o el bretón (nascim, naska, significando atar).
Frase del Quijote: “El diablo que todo lo añasca”.Coordina: Inma Vinuesa