Pues una mierda para Attenberg. Hace un tiempo os hablé de una peli griega que me fascinó, y automáticamente se puso en mi top ten del cine de todos los tiempos. Canino (Kynodontas) fue un impacto del que aún no me he recuperado. Pues resulta que a la productora de Canino se le ocurrió dirigir una peli. Como es normal quiso hacer algo así y le ha salido una mierda pinchá en un palo.
Era una apuesta un tanto arriesgada que como era de esperar se ha quedado en un pastiche. Es un refrito con cierto sabor a cine francés, y aderezado de la nueva hornada del cine griego que tan bien está haciendo las cosas (Giorgos Lanthimos o Babis Makridis).
Athina Rachel Tsangari quiere ofrecernos un cine duro, ácido, inteligente, ansioso, fatalista, etc. El problema es que en ningún momento te identificas con la historia, no te llena, no te hace pensar, simplemente te deja a la deriva los 90 minutos que dura el largometraje. Todo muy lineal y previsible. Demasiados guiños a realizadores de renombre hacen que termines por mirar el reloj varias veces a ver cuánto queda.
Yo le tenía puestas muchas esperanzas ya que el aval de Giorgios Lanthimos dice mucho a su favor (incluso este último actúa), pero por desgracia no ha podido ser. Tengo descargada la última peli Giorgios Lanthimos, Alps. Seguramente esta si sea una nueva senda a seguir. A ver si tengo un hueco tranquilo y la veo esta semana.