Au revoir Bruxelles, bon jour Paris!

Por El Mundo A La Vuelta @mundoalavuelta
Segundo día: Bruselas - París
Son las 07:45 de la mañana del 24 de diciembre del 2011, amanece en Bruselas con una fría temperatura de 2 grados centígrados, la verdad imperceptible teniendo en cuenta la excelente calefacción que había en la habitación y en general en todo el hotel.
Las 08:45 horas, estamos listos, duchados, desayunados y maletas listas entregamos la habitación del Eurostars Grand Place Hotel y nos dimos paso a 15 minutos de camino que separa el Hotel hasta Gare de Bruxelles Nord Station. Nuestro autobús tenía previsto partir a las 09:30 horas pero tuvo un retraso de media hora y no fue sino hasta las 10:00 que salimos rumbo a la ciudad de la Luz, París nos esperaba.El viaje fue muy tranquilo, sobre las 13:45 ya estábamos arribando a París y minutos más tarde a la estación de autobuses Gare de Gallieni de Paris, en donde se ubica la estación del Metro llamada “Gallieni” correspondiente con la línea 3.
Compramos los billetes del metro pero fue muy sorprendente para nosotros ver como la gente entraba sin pagar y saltando los puestos de control sin la menor muestra de vergüenza o arrepentimiento, niños, niñas, hombres, mujeres, personas de avanzada edad, todo el que veía la oportunidad e incluso sin oportunidad se las ingeniaban para entrar al metro sin presentar el billete de pago, algo sorprendente, sin embargo nosotros entramos al sistema del Metro de París pasando por el lector nuestros billetes y tomando dirección hacia el Montmartre Hotel Jean Gabriel que estaba ubicado a pocos metros de la estación de metro Place de Clichy y a pocas calles del Moulin Rouge, de la Basílica del Sacre Coeur, en definitiva, estábamos ubicados en uno de los barrios de mas historia y atractivo turístico de la ciudad Montmarte.
Finalizado el trayecto en el Metro llegamos a la estación Place de Clichy, desde la cual caminamos un par de calles hasta llegar al Montmartre Hotel Jean Gabriel. Un modesto y acogedor hotel, económico, limpio, con excelente ubicación, cerca de estaciones de metro y paradas de buses, restaurantes, buena calefacción y una ducha muy buena, en definitiva un muy buen sitio, sin lujos e ideal para nuestros planes.Una vez instalados en el Hotel y siendo cerca de las 16:00 salimos a caminar; Nuestros planes para este día consistían en dejarnos llevar por las calles parisinas. Estando en Place de Clichy y teniendo como horizonte la Torre Eiffel comenzamos a caminar hacia el sur tomando la Rue d'Amsterdam, con tanta suerte que unas pocas calles abajo nos encontramos con el Fnac (Saint Lazare), cadena de tiendas que comercializa entradas a espectáculos culturales y turísticos, así que teniendo en cuenta que aún no habíamos adquirido las entradas para el Parque temático de Disney Land Paris, teníamos en este lugar una buena oportunidad de  conseguir las entradas y a un precio mas  económico que lo que pueden costar al adquirirlas directamente desde la página de Disney Land Paris. La diferencia de precios fue bastante significativa al comprarlas en el Fnac. 
Muy cerca del Fnac, están las elegantes Galeries Lafayette en dónde se ubican prestigiosas tiendas y que por si solas representan un atractivo punto de interés turístico de Paris, sin embargo, luego de un rápido vistazo a las Galerias, continuamos persiguiendo la Torre Eiffel, estrategia que nos iba enseñando una ciudad repleta de atractivos y cada uno de ellos mas vistoso que el anterior, ahora el turno era de la impresionante "Église de La Madeleine" Iglesia de la Madeleine.

Vista Posterior de la Église de la Madeleine

Como se puede observar la Iglesia de la Madeleine
no cuenta con una arquitectura típica de iglesia, al contrario parece mas un Templo Romano. A medida que nos acercábamos más nos impactaba su estructura y sus imponentes columnas.
Napoleón Bonaparte tuvo gran influencia en la construcción de la Madeleine, tanto que su uso no era destinado a la Iglesia sino un Templo a la Gloria del "Gran Ejercito" y así fue usado hasta la construcción del Arco del Triunfo.La Rue Royale (la calle Royal) es una calle de poco mas de 200 metros y que a su extremos norte se ubica la Iglesia de la Madeleine y al extremo sur la Plaza de la Concordia "Place de la Concorde". Las Vistas desde esta calle son muy bonitas y mas aún cuando comienza a ocultarse el sol, acá un ejemplo.

Place de la Concorde vista desde Iglesia de la Madeleine


Iglesia de la Madeleine desde la Rue Royale


Dejando atrás la bella Iglesia de la Madeleine nos acercamos al obelisco que se impone en el centro de la Place de la Concorde. Esta plaza en sus inicios fue construida en terrenos cedidos por el Rey Luis XV, durante los años 1757 a 1779; en el centro de la plaza se erigió una estatua ecuestre del Rey y tomo de él su nombre, conociéndose como la Plaza Luis XV, nombre que perduro pocos años hasta que fue conocida como la Plaza de la Revolución, durante la Revolución Francesa en donde fue eliminada la Estatua ecuestre  del monarca y en su lugar fue puesta la Guillotina (idea que podría retomarse para algunos políticos y banqueros de nuestros días).

El obelisco de 23 metros de altura es el punto central de la place de la Concorde. El templo de Luxor en Egipto fue el sitio en el cual se ubicaba este obelisco, que a principios del siglo XIX fue donado por el Virrey de Egipto. Como es de imaginar, transportar el obelisco hasta París supuso una gran derroche de ingenio y recursos además del tiempo empleado (poco mas de 3 años) para llevar esto a cabo.

Al costado sur de la Place de la Concorde se encuentra el río Sena; al este encontramos el jardín des Tuileres, parque público que al atravesarlo nos comunica con el Museo del Louvre. Mirando hacia el norte desde la Place de la Concorde se ubican dos imponentes edificaciones correspondientes a la sede del Ministerio de la Marina y el Hotel de Crillon del que se dice que es uno de los más antiguos y lujosos del mundo. Asímismo, desde esta plaza nace la reconocida "Av. des Champs Élysées" Avenida de los Campos Eliseos que tiene en su punto opuesto en el Arco del triunfo.


En la Place de la Concorde justo por el punto de acceso al jardín des Tuileres, se encuentra una atracción mecánica "la Roue de Paris" y una atracción mucho mas fascinante: los puestecillos de venta de Crèpes y Gaufres, allí puedes encontrar un gran atractivo de París.

Una vez degustados los Crèpes de Jamón con queso y otro de limón, recargamos baterías y continuamos el camino por la mundialmente conocida Avenida de los Campos Elíseos, la cual tiene entre sus múltiples atractivos el unir la Plaza de la Concordia por un lado y el Arco del Triunfo por el otro.
  No pudo ser mejor la hora y la fecha para transitar los Campos Elíseos. Ya estaba oscureciendo y la iluminación navideña que adornaba los puestecillos del Mercadillo, hacían que la fría noche parisina fuese mucho mas acogedora.

Caminando entre turistas y compradores de última hora y con el olor inconfundible de las Castañas Asadas transitamos por mas de una hora los 2,5 kilómetros que componen la Avenida de los Campos Elíseos disfrutando de las luces navideñas, de las majestuosas decoraciones de los comercios y por supuesto, dejandonos guiar hacia el imponente Arco del Triunfo.
Al llegar al Arco del Triunfo como buenos turistas comenzamos a buscar el mejor espacio para la respectiva fotografía, sin embargo esto no fue nada fácil, los centenares de turistas agolpados en las inmediaciones buscando el mejor ángulo hacían complicado encontrar un buen sitio. A manera de recomendación en este y otros sitios turísticos con gran afluencia de personas, es importante no dar oportunidad a los amigos de lo ajeno.


Place Charles de Gaulle, es en esta plaza en donde se ubica el Arco del Triunfo y es en dónde finaliza la Avenida de los Campos Elíseos; asimismo sería nuestra penúltima estación, porque desde este punto comenzamos a caminar con dirección de la Torre Eiffel.
El trayecto no fue muy largo, sin embargo ya el cansancio comenzaba a hacer mella, pero este no disminuía las ganas de visitar el símbolo por excelencia de la ciudad de la Luz,  La Torre Eiffel.
Nuestro trayecto involuntariamente nos condujo en primer lugar al Trocadero o plaza del Trocadero como se conoce este lugar. Allí se ubica el Palacio de Chaillot que da sede entre otras instituciones culturales el Teatro Nacional de Chaillot, la Ciudad de la Arquitectura y del Patrimonio, el Museo Nacional de la Marina, el Museo del Hombre, etc, etc.
 

 El Palacio Chaillot fue construido en 1937 con motivo de la Exposición Universal, y es una edificación compuesta por dos alas dobladas y una plazoleta central llamada explanada del Trocadero, que da paso a unos bellos y verdes jardines. Desde este punto se puede gozar de unas privilegiadas vistas de la Torre Eiffel y fue el punto perfecto para tener el primer contacto con la gigante estructura de hierro que tanto horrorizó y disgustó a los parisinos cuando el Francés Gustave Eiffel construyó la hoy afamada Torre en el año 1889 con motivo de la Exposición Universal.
 
La vista desde allí es espectacular, o bueno, para mí lo fue, nunca había estado en París y  las escasas horas que llevaba allí me había cautivado de una manera tal que ni hambre tenía y hay que tener en cuenta que pocas cosas me gustan mas que comer. :p
En la esplanada del Trocadero encuentras músicos de todo tipo, hombres tocando blues, música de la Cordillera de los Andes, acordeoneros y los infaltables vendedores de fotos instantáneas y aquellos coloridos y aveces molestos juegos de luces que tiran al aire y caen dando vueltas, pero todo esto pasa a un segundo plano par los turistas y enamorados que acudimos a este lugar a disfrutar de la majestuosidad del paisaje.
Bajando hacia los Jardines del Trocadero, justo desde la esplanada, encontramos una pequeña pista de patinaje en hielo y justo alrededor del estanque y las fuentes un mercadillo navideño bastante llamativo por sus casitas de madera... lamentablemente ya lo estaban cerrando y decidimos no detenernos en él y atravesar la carretera que cruza el Sena y posarnos bajo la Torre Eiffel.

Bajo la Torre Eiffel es el lugar en el que se puede ver lo colosal y magnifico que fue el trabajo de Eiffel, sin lugar a dudas una de las maravillas arquitectónicas de la humanidad.

Luego de las respectivas fotos, (por cierto, bastante difíciles de hacer en toma completa desde la base) caminamos por el Parc du Champs de Mars o Campo de Marte y desde allí tomamos  la última foto de la noche, ya que luego nos quedaba el camino de regreso y la difícil tarea de encontrar  nuestra cena de noche buena que no fue otra que un delicioso Kebab para llevar y comerlo en la habitación del Hotel.
De esta manera culmino nuestra noche buena, con mas de 12 kilómetros caminados y muchas experiencias por contar.
A dormir, mañana nos espera Mickey Mouse y el mágico mundo de Disney.