¿aumentaron los suicidios tras la crisis de la bolsa de nueva york o forma parte de las leyendas del crac?

Por Pedro

Una de la leyendas de Crac es que, tras conocerse el desplome de la bolsa, varios banqueros, especuladores y hombres de las finanzas se suicidaron al comprobar su ruina. Se corrió el rumor de que alquilaban habitaciones de los pisos más altos de los hoteles para arrojarse al vacío desde ellas. ¿Fue una realidad o la difusión de estas noticias fue mito, un recurso de la prensa para aumentar sus ventas en un momento de crisis?




EL DÍA EN QUE SE HUNDIÓ LA BOLSA “Edward Stone, importante especulador bursátil, llegó a casa a las seis de la tarde del Jueves Negro. Con los ojos enloquecidos gritó a su hija Edith: - No podemos conservar nada. No tengo ni un centavo. La Bolsa se ha hundido. Nos hemos quedado sin nada. ¡Nada¡ ¡Voy a matarme¡ Es la única solución. Tendréis el seguro... Y echó a correr en dirección a la terraza (...). Un paso le separaba de la barandilla cuando Edith logró agarrarle un pie y retorcérselo hasta derribarlo (...). En-onces intervino la esposa, que le abofeteó repetidas veces y, al fin, Edward Stone empezó a reaccionar (...). Todo había pasado en menos de cinco minutos. Comenzaron a llegar los criados, a quienes hubo que decir que se había caído. Al final, ya más calmado y en su habitación junto a su mujer e hija, logró contar lo ocurrido. Estaban en la más completa miseria. Ese día había perdido más de cinco millones de dólares. Gordon Thomas. El día en que se hundió la Bolsa. 1984.

En realidad solo hubo dos personas que, para suicidarse, se arrojaron desde las alturas: el 5 de noviembre saltó de un edificio de 40 pisos el corredor de bolsa Hulda Borowski y once días más tarde el director de empresa G. E. Cutler se precipitó desde una escalera de emergencia. También se registraron dos suicidios por arma de fuego de gran resonancia: J. J. Riordan, presidente del banco The County Trust Company, y el presidente de Rochester Gas and Electric
Tras un estudios de los suicidios acaecidos desde el Jueves Negro hasta final de 1929, se puede concluir, con Galbraith, que la afirmación del aumento de los suicidios forma parte de la leyenda del Crac. Los suicidios tras el Crac solo aumentaron levemente respecto a los tiempos anteriores al Jueves Negro (un 14% frente a 13.6% por cada cien mil habitantes, según el autor citado). Solo un 4% de los suicidios desde el Jueves Negro hasta final de 1929 se pueden relacionar con el Crac.