Momentos que saben a nostalgia y huelen a salitre, que se escapan al igual que los suspiros por la comisura de mis labios. Quiero olor a nuevo cada mañana para borrar el perfume de su cuerpo en mi piel, quiero que sus besos se le olviden a mis labios y que los rayos del sol curen las cicatrices de mi piel. El paso del tiempo resquebraja su memoria y el olvido se instala en mi habitación. Vacíos momentos en los que toca crecer para poder sobrevivir y enterrar muy hondo aquellas sonrisas perdidas.