Mientras Estados Unidos amenaza a China con serias sanciones comerciales para que revalúe el yuan, Japón libra una batalla desesperada para debilitar su yen, que se ha fortalecido sorpresivamente. Ahora Brasil lo intenta con el real, y su ministro de Finanzas, Guido Mantega ha señalado que aplicará todo un arsenal de medidas para evitar la apreciación de su moneda. Sólo Europa recibe con buenos ojos la apreciación del euro. La misma moneda que a principios de año era víctima de los desenfrenados ataques de los especuladores. Recordemos que hasta Paul Krugman encontraba que el euro era una moneda lejana.
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