ÁgoraAunque usted no lo crea
“Si los venezolanos no toman acciones contundentes, estarán destinados a repetir la historia cubana”. Luis Almagro, Secretario General de la OEA.Todas las informaciones que proceden de Venezuela pertenecen a la crónica roja, al drama, al “aunque usted no lo crea”. Ya ni siquiera matizamos con las tradicionales noticias de las bellísimas reinas del universo o de los beisbolistas estelares. Las pantallas de las cadenas mundiales de televisión muestran lo que no pueden hacer las venezolanas: una nube de hambrientos de todas las edades escarbando en la basura para comer. Esto sucede en el país con las mayores reservas de petróleo del mundo. Aunque usted no lo crea.Las estadísticas son imposibles de ocultar cuando están a la vista las penurias para acceder a los alimentos y a las medicinas. Según la encuesta Encovi sobre la pobreza, el 74% de los habitantes de Venezuela comen sólo dos veces al día y la escasez de proteínas está arrojando un drama humano: el 63% de los niños venezolanos presentan diversos grados de anemia. El 82% de los venezolanos califican como “pobres”, basados en una ecuación que combina la incapacidad económica de acceder a productos y servicios, o la insuficiencia de fondos para comprar lo que consiguen; igualmente se mide la calidad de sus viviendas, transportación, educación y trabajo. De esta altísima cifra, casi la mitad está en el nivel de “pobreza crítica”, con condiciones cercanas a la indigencia. Aunque usted no lo crea.En Venezuela nada vale tener un trabajo, cuando una sola medicina, por ejemplo un hipertensivo, puede costar entre 40.000 y 70.000 bolívares, más que el salario mínimo de un mes. Claro, son medicinas importadas, claro, con la venia del gobierno, claro, por enchufados que hacen su negocio, claro, porque el gobierno ahorcó a la industria farmacéutica nacional. Casi todos los grandes laboratorios han cerrado sus operaciones en el país por falta de materia prima. El asunto comenzó con la quiebra de las empresas de Guayana, que suministraban el aluminio para los blísters y tapas, continuó con la expropiación de Owens Illinois, que de producir el 80% de los envases de vidrio del país pasó como Venvidrios a una producción del 10%. Siguió con el impago a los proveedores internacionales y ha terminado con el “no hay nada” que es la respuesta en farmacias, hospitales, clínicas y laboratorios. Pero el régimen afirma que no hay crisis humanitaria. Aunque usted no lo crea.Atracoalpueblo.com con anuncio dentro
En este país nadie se puede enfermar: los seguros están “pasando aceite”, con su cartera empobrecida por la crisis económica que le retira masivamente asegurados que no pueden pagar los altos costos de una póliza y por la imposibilidad de cubrir sin pérdidas gastos de hospitalización y cirugía en clínicas cada vez más desprovistas, pero que cobran a precios internacionales los suministros médicos que ellos a su vez pagan a precios internacionales. El estado de la salud en el país lo dan una vez más las estadísticas. La Cámara Farmacéutica estima un 85% de escasez en medicinas; la Federación Médica afirma que el 90% de los equipos en centros públicos y privados están fuera de servicio por repuestos. Alrededor de 16.000 médicos han emigrado por la desesperada situación de los centros asistenciales y unos ingresos pírricos que les impiden vivir dignamente. Aunque usted no lo crea.
Y lo que no mata el hambre y la carencia de medicinas, lo arrasa la violencia, ayudada por la permisividad de una justicia entregada a los afanes políticos de castigar y encarcelar a la oposición, en lugar de hacerlo con un hampa que cada vez más se ubica en posiciones de poder. Al punto de que la ministra Iris Varela, cuya cercanía con los pranes es pública y notoria, ha propuesto incorporar a los beneficiados del “Régimen de Confianza” (mecanismo por el cual, sin importar lo que diga la ley, el ministerio libera a presos para aliviar el brutal hacinamiento de las cárceles) nada menos que a la milicia bolivariana, ese cuerpo paramilitar e inconstitucional creado por el finado comandante y prohijado por la vagabundería trisoleada. Así que pranes como “El Wilmito” que a pesar de estar condenado por homicidio a 14 años de prisión, fue atrapado en una balacera en una playa de Margarita, pueden ser candidatos a portar el uniforme miliciano, vigilar empresas, detener a personas, cuidar procesos electorales y hasta encender la mecha del cañón que todas las tardes recuerda la hora en que dicen ellos que el comandante fue “sembrado”, no se sabe aún en dónde. Aunque usted no lo crea.La violencia de las actuaciones de funcionarios gubernamentales que, como el Superintendente William Contreras, creen que esa migaja de poder temporal va a borrar décadas de trabajo laborioso del gremio panadero; el discurso agresivo y rayano en lo canallesco del presidente y el imputado vicepresidente contra los sectores productivos y los ciudadanos que en su legítimo derecho los adversan; la justicia malvada encabezada por un magistrado con prontuario; el clima permanente de exacerbación del odio, de la lucha fratricida y la devaluación de una sociedad que ha perdido en el camino de la sobrevivencia los valores de la honestidad y el respeto, producen la cifra récord mundial de 27.000 muertes violentas en 2016, cifra que va camino a ser superada. Una imagen escalofriante de la degradación social es el crimen de dos militares en Sabana Grande, por una banda comandada por una joven de 15 años y cuatro niños en edades de entre 6 y 10 años. Armados de cuchillos, asesinaron a sangre fría para robar. Aunque usted no lo crea.
El todopoderoso ministro de la defensa, Vladimir Padrino López, anuncia que el país está amenazado y activará un plan de adiestramiento para defenderlo de un ataque externo. Para el gobierno militar-cívico la eventual aplicación de la Carta Democrática, cuyos términos fueron aprobados y firmados por el difunto en 2002, son ataques invasores y no como lo señala la constitución, una ley vinculante. Con la crisis estallándoles en la cara, niegan crisis humanitaria. Hace cumbres, conciertos y rumbea como si no pasara nada. Con tantos venezolanos sufriendo de un hambre mortal, el régimen dona a Perú 100.000 cajas del CLAP. Aunque usted no lo crea.
La persecución y hostigamiento hacia los venezolanos no tienen barreras internacionales. La vergonzosa actuación de los diplomáticos del gobierno muestra la clase de dictadura arcaica que hunde a Venezuela a nivel de las naciones más pobres y atrasadas. Y el país cuna de libertad ya lleva 18 años sin liberarse de la pesadilla revolucionaria. Aunque usted no lo crea.Charito Rojas @charitorojasCharitorojas2010@hotmail.com
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