- Auschwitz I que servía como centro administrativo.
- Auschwitz II, fue el campo de exterminio principal.
- Auschwitz III, utilizado como un campo de trabajo esclavo para la empresa IG Farben ( Hoy en día son empresas sucesoras: BASF, Bayer, Hoechst y Agfa ).
Construido el 20 de mayo de 1940 y administrado por la SS pertenece al Patrimonio de la Humanidad y UNESCO. Este alto en el camino está marcado a fuego en el pasado del mundo y siempre es útil ver el terrible pasado para no repetir esos errores en el futuro.
Hoy en día se ha convertido en un museo con un objetivo bien claro: difundir y hacer reflexionar a sus visitantes sobre las atrocidades que el ser humano es capaz de ejecutar, por desgracia, ellos tienen un ejemplo. Para poder acceder al campo es necesario pagar entrada y coger un guía local que te guiará por el campo. En esta visita podrás ver los pabellones, que aunque están reconstruidos para poder albergar el museo se puede continuar viendo e imaginar como era la vida en el campo, además en ellos se va ofreciendo información al visitante sobre lo que ocurrió allí y objetos de la gente que vivió allí como miles de maletas apiladas o todo de objetos que los alemanes cogieron a los presos antes de entrar al campo. Además, se te permite entrar en una cámara de gas, donde podrás sentir la claustrofobia que rodea a este atroz lugar.
Una vez salgas del campo de concentración te aseguramos que tendrás una sensación extraña, como si acabaras de llegar del propio infierno. Si no se quiere pagar la entrada, desde fuera podrás ver las vías del tren en las que llegaban los prisioneros y la famosa entrada con el mensaje “Arbeit Match freí” (El trabajo os hará libres), aunque creo que una vez has llegado hasta allí el museo merece una visita.
Si tienes la oportunidad de quedarte más días en Polonia te recomendamos la ciudad de Cracovia para visitar la fábrica de Oskar Schindler, que cómo ya sabrán por la película La lista de Schindler, fue un alemán que consiguió salvar a miles de judíos de ser llevados al campo de trabajo de Auschwitz ofreciéndoles trabajos en su fábrica. Una frase que refleja bien la filosofía de este alemán se encuentra en la puerta de su fábrica hoy convertida en museo – Whoever saves one life saves the world entire – Quien salva una vida salva al mundo entero . Os dejamos un par de fotografías para que os animéis a visitarlo