Evidentemente no se trata de que Dios se ausente de nosotros, sino de que en nuestra cultura actual no son pocos los que pretenden alejarnos de Dios.
La personalidad humana puede caer en la forma suprema de ausencia, que es la carencia en nuestra conciencia de la presencia de Dios. Dijo Julián Marías, en uno de sus últimos libros (“La perspectiva cristiana”), que la vida humana ha de tener