(En voz alta). Se me había traspapelado en la vorágine del correo electrónico esta entrega de FronteraD con un singular texto inédito de Rafael Sánchez Ferlosio. Un ejercicio tan "crudo" y despiadado de autocrítica respecto a su Alfanhuí y lo que él mismo llama el vicio de la "bella página", que dan ganas de no volver a intentar juntar nunca más una pocas letras sobre el papel. Por fortuna, en esa misma actitud y en la integridad u honestidad que demuestra es posible encontrar también el estímulo para seguir escribiendo sin otra preocupación que lograr la página, el poema, la siguiente lazada... sin la coartada de la belleza ni acaso ninguna otra.