Voy a empezar confesando que me es más fácil crear un personaje para una novela y dotarlo de andanzas en esa vida ficticia, que hablar de mí misma.
En mi mundo infantil de imaginaciones y ensoñaciones, allá por los campos de Distriz — donde nací y crecí —, a pocos km. de Villalba (Lugo), jamás llegué a imaginar que un día, en la madurez de la jubilación, iba a tener la osadía de hablar de mí, de mis ilusiones, de lo que he venido haciendo, y abrigar la esperanza de que se distraigan con mis libros, porque eso es lo que hago: escribir libros.
Cuando, en mi adolescencia, llegué a Barcelona, mi única aspiración era tener un trabajo estable que me permitiera vivir. La ilusión por la escritura ya la tenía, pero era muy consciente de mis limitaciones, casi podría decir que de mí imposibilidad de que, algún día a alguien, pudieran interesarle las letras y frases que yo juntaba en una cuartilla o cuaderno. Porque, por entonces, veía a los escritores como alguien con una formación universitaria sólida, que le permite filosofar e hilvanar sus pensamientos de forma admirable y que era capaz de hablar o escribir de cualquier tema. Sabía que yo, con mis estudios primarios —como se decía entonces, me refiero a la década de los 60/70—, nunca alcanzaría la admiración que otorgaba a esas mentes tan capaces. Pero, hete aquí que, cuando conseguí un trabajo en jornada intensiva, me ilusioné por ampliar mis estudios y acudí a la formación nocturna, mejor dicho, vespertina: primero el bachillerato, luego Trabajo Social y, finalmente, una escuela de escritores, la primera que se abrió en Barcelona.
En este punto, mi afán por llegar a escribir un libro, ya iba tomando forma y empecé a creer que, con paciencia y tesón, todo en la vida es posible.
Me costó un poco, pero en abril de 2011, publiqué mi primera novela, “No le hables mal de mí al niño” —con Éride Ediciones, de la que se publicaron varias reseñas, por cierto, la primera en este Blog amigo: ‘Libros Que Voy Leyendo’ que siempre contará con mi enorme gratitud. En la actualidad, aún sigo recibiendo comentarios de lectores, que disfrutan con la lectura y me animan en esta tarea que, ahora, se ha convertido en la principal para mí. Pongo aquí, como botón de muestra, el que me llegó ayer mismo: “ Yo no sé reseñar un libro, pero voy a intentar decirte que he disfrutado con su lectura, lo he encontrado muy emotivo, muy real, te has puesto en los diversos protagonistas con mucho acierto, pues cada uno tiene una manera de ver la vida y eso tú lo has hecho con mucha maestría, ni que decirte que en lo referente a poesías, textos amorosos, lo has bordado reineta y todo muy pero que muy bien narrado, con un lenguaje muy cómodo y actual. Han habido infinidad de momentos que no podía dejar de leer por lo interesante de la narración, Julia”
Dos años después, en 2013, publiqué “Vidas marcadas”, con la misma editorial, un libro de 38 relatos cortos, también con reseñas positivas, incluida la de este Blog, y del que estoy especialmente satisfecha porque, quienes lo leen, me escriben bellos mensajes por los diferentes temas de cada relato que compone el libro y por la forma de abordarlos. En este año, además, me llamaron de un par de Institutos de Enseñanza para hablar a cerca de relatos leídos en clase, alguno de ellos es “Entre dos amores” y “El dilema”. Esto es emotivo, tanto ver la implicación de la clase como, sobre todo, porque las profesoras hayan elegido mi libro para recomendarlo.
¿Cómo iba yo a imaginar, en mi etapa de obrera textil, cuando me avergonzaba hablarle a nadie de mi inquietud por aprender a escribir (para evitar que me creyeran una ‘pobre ingenua’) que, un día en la madurez, tendría libros que publicar? Pero así es la vida. Y en ella, humildemente, me muevo a mi manera.
El próximo libro que publicaré, otra novela, lo titulé “El baile de los delfines” Muy pronto estará en las librerías, esta vez con Editorial Verbum. Confío en que, también, tendrá buena acogida.
Para finalizar, quiero agradecerle a Lourdes Pacheco, esta oportunidad de escribir aquí y de recordar lo que hago, a todo el que me dedique un poco de su tiempo. A Lourdes y a todos ¡Gracias!
No dejéis de leer la biografía completa de Julia y así podréis conocer un poquito más de su obra, lo merece. Gracias Julia por tu apoyo incondicional.