A propósito de las declaraciones hechas por Elisa Bonilla, directora de la Fundación SM México, en el artículo “México muestra evolución de literatura infantil y juvenil”, publicado por el Informador y enlazado por Roger Michelena en Facebook, la escritora y periodista venezolana Mireya Tabuas comentaba: “uno se pregunta ¿cuál será la delegación venezolana a este congreso? ¿Hablarán de la ‘evolución de la literatura infantil y juvenil de Venezuela’ o, como siempre, el trabajo de los autores de este país será invisibilizado?”.
Como me ha resultado estimulante la pregunta, procuré responderla con el comentario, extenso, que reproduzco abajo.
Según la página del Cilelij, están invitados como conferencistas los venezolanos: María Beatriz Medina, Fanuel Hanán Díaz y Rosana Faría. Respecto a lo que dirán sobre la literatura infantil y juvenil en Venezuela, sería bueno esperar a que den sus conferencias y luego pedirles que las divulguen por medios como éste [Facebook]. Ahora bien, sin ánimos de poner palabras en boca de otros, no estoy seguro de que puedan hablar de la "evolución" de la literatura infantil y juvenil en Venezuela. Y no porque tengan el propósito de "invisibilizar" a los autores venezolanos -tanto Fanuel como Rosana son autores-, sino porque para hablar de evolución primero habría que hablar de desarrollo, en el sentido de aquello que ocurre, que sucede.
Lamentablemente en los últimos años, por múltiples factores, la actividad editorial en Venezuela -apartádonos de la edición Estatal y su solipsismo-, ha venido menguando con lo que el desarrollo de la literatura infantil y juvenil en el país ha menguado también.
Tal vez sea la visión interesada de un editor, pero si hay pocas o ninguna editorial dedicada a publicar libros para niños, es difícil que los autores tengan espacios donde divulgar su obra o, peor aún, se encuentren motivados a crearla.
Es interesante ver que en el artículo enlazado por Roger las declaraciones son dadas por Elisa Bonilla, quien trabajó varios años en el programa de adquisición de libros de la Secretaría de Educación Pública, SEP, de México. ¿Por qué es interesante? Porque a la sombra de este programa surgieron o se han desarrollado editoriales mexicanas que publican literatura infantil y juvenil como Tecolote, Petra, El Naranjo o Cidclij, editoriales que sin las compras estatales realizadas en el marco de la SEP, seguramente, no existirían. Y sin el apoyo de estas editoriales -además de las trasnacionales como SM, patrocinadora del congreso- la literatura infantil y juvenil en México no podría haber evolucionado.
Entonces, ¿es válido preguntarse si los autores venezolanos son invisibilizados? Supongo que sí, siempre y cuando se pueda afirmar que las editoriales venezolanas se encuentran en condiciones de publicar a estos autores.
Addenda
El desarrollo y la evolución de la literatura están estrechamente relacionados con el desarrollo y la evolución de la actividad editorial de un país. Para que un autor se dé a conocer en un país distinto al suyo es, prácticamente, un requisito que su obra se haya dado a conocer primero en su país de origen. Dicho de otra forma, para tener éxito en otro país es conveniente tener éxito en el propio, a pesar de que se insista en que nadie es profeta en su tierra.
No obstante, si un país carece de una industria editorial establece y saludable, en términos de productividad, la primera afectada será la literatura de ese país que carecerá de uno de los factores fundamentales para su desarrollo y su conocimiento.
De un tiempo para acá el concepto de ecosistema se ha empleado para explicar la interdependencia que existe entre los distintos agentes o actores de la industria del libro y la manera como estos son afectados por el entorno. Entonces, si la literatura, infantil, juvenil o para adultos, depende de la industria editorial y ésta a su vez depende de las condiciones materiales del país en el que se encuentra, no cabe esperar que la literatura se desarrolle y evolucione de manera independiente, independiente de las editoriales e independiente de las condiciones del país: sociedad, economía, Estado, etc.