Decir que Venecia vive por y para el turismo es una obviedad (casi 25 millones de visitantes anuales) y la música forma parte de su oferta, no sólo la más seria de la ópera sino conciertos como el del domingo noche a cargo de los Interpreti Veneziani que me pareció una tomadura de pelo a pesar de su currículo, discografia, montaje, así como los bravos de un variopinto público que parecía no haber escuchado nunca Las Cuatro Estaciones vivaldianas en una ejecución literal tras dejar 25 € per capita y llenando media hora antes del inicio la antigua Iglesia de San Vidal. También le dedicaré una entrada del blog porque salí indignado y dará para mucho.
Decir que Venecia vive por y para el turismo es una obviedad (casi 25 millones de visitantes anuales) y la música forma parte de su oferta, no sólo la más seria de la ópera sino conciertos como el del domingo noche a cargo de los Interpreti Veneziani que me pareció una tomadura de pelo a pesar de su currículo, discografia, montaje, así como los bravos de un variopinto público que parecía no haber escuchado nunca Las Cuatro Estaciones vivaldianas en una ejecución literal tras dejar 25 € per capita y llenando media hora antes del inicio la antigua Iglesia de San Vidal. También le dedicaré una entrada del blog porque salí indignado y dará para mucho.