Avances tecnológicos en la protección del menor en redes sociales

Por Pequelia @pequelia

Dos investigadores españoles están trabajando con un sistema de inteligencia artificial que posibilita la detección de un menor, una herramienta interesante para mejorar la protección de los niños en las redes sociales. Con este sistema se podría detectar a los niños que quieren acceder a las redes sociales y viceversa, detectar a los adultos que se hacen pasar por niños con la finalidad de contactar con otros menores. Fruto de la investigación de José María Gómez Hidalgo y Andrés Alfonso Caurel, se ha desarrollado el artículo titulado Avances tecnológicos en la protección del menor en redes sociales, artículo que ha sido galardonado con el Premio Novática.

En él se habla de los denominados nativos digitales, menores de 15 años que no conciben un mundo sin internet. Niños y jóvenes le sacan el mayor partido a la red y se adentran especialmente en el mundo de las redes sociales, en ellas se comunican, aprenden, se divierten y encuentran amistades virtuales que pueden llegar a ser peligrosas. Los menores dejan a un lado la privacidad, no son precavidos y son poco desconfiados, por lo que se exponen a peligros como el ciberacoso por parte de otros menores o adultos.
Durante los últimos años se han puesto en marcha algunos mecanismos para poder afrontar este tipo de peligros, pero son medidas muy limitadas y pueden ser eludidas fácilmente, por ejemplo, si una red social prohíbe su acceso a menores de 14 años, basta con que el menor, a la hora de registrarse introduzca una fecha de nacimiento fraudulenta, mostrando que en realidad es mayor de edad. El operador de la red no hará nada a no ser que alguien denuncie y comunique que la cuenta creada pertenece a un menor, entonces es cuando se clausura. Los expertos explican que es necesario desarrollar sistemas técnicamente avanzados, que puedan detectar riesgos como los enunciados al principio de forma casi automática.

En el artículo se presentan algunos avances técnicos que pueden ayudar a los operadores de redes sociales y contribuir a reducir el número de peligros a los que se exponen los menores en internet, como por ejemplo la pornografía, sites donde se promueve la anorexia y la bulimia, el ciberacoso o el ciberbullying, el acoso sexual, el abuso de privacidad, y así un largo etcétera. Técnicas como el análisis facial y textual pueden reducir los casos de cuentas falsas, por ejemplo, en las conversaciones de acoso sexual, el patrón de comportamiento es generalizado, el acosador se centra en el aspecto sexual ignorando otros temas, el interlocutor no puede cambiar de conversación. Otro patrón, los menores no acostumbran a subir fotografías de paisajes a sus perfiles, es un comportamiento típico de adulto que delataría a quien se hace pasar por un menor.

Las técnicas indicadas permiten realizar un análisis del rostro y del comportamiento sexual, el propósito es determinar la edad real de quien está detrás de la cuenta, si se determina que se trata de un menor que se hace pasar por adulto o viceversa, se puede avisar a la red social para que actúe en consecuencia. Recordemos que en el caso de Facebook podemos ver el reconocimiento facial que se realiza con las fotografías para etiquetar a las personas, este sistema estudia y determina diferentes aspectos de una cara para poder realizar la detección y posible identificación. Este sistema junto al estudio de determinadas palabras y secuencias de chat, podrían ayudar a establecer aproximadamente la verdadera edad de los participantes en la conversación.

Hasta el momento, las redes sociales son reactivas, es decir, sólo actúan e investigan cuando existe una denuncia, además hay que añadir que no todas las denuncias son investigadas, se plantea un cambio para que las redes actúen de forma proactiva. Los investigadores apuntan que Tuenti es la excepción, son los más comprometidos, colaboran con la Guardia Civil y con la asociación Protégeles, dispone de un equipo que se encarga manualmente de revisar los perfiles intentando encontrar comportamientos sospechosos. Pero indudablemente se necesitan herramientas que faciliten y agilicen el trabajo. De acuerdo, un sistema automático puede equivocarse, pero ayuda a ahorrar mucho tiempo a la hora de identificar perfiles sospechosos.

Hablando de la detección basada en análisis textual, los sistemas cuentan con técnicas de aprendizaje automático sobre diversas representaciones de los textos que se han utilizado, a partir de estos textos realizados por usuarios de distintas edades, se puede construir un modelo de lenguaje característico de un rango de edad. Se tienen en cuenta palabras, expresiones, uso de emoticonos, mayúsculas y minúsculas, complejidad de las construcciones sintácticas, etc.

Según leemos en Ticbeat, los investigadores explican que el primer paso es la educación y empezar sobre todo por los padres, se debe intentar reducir la brecha tecnológica que existe entre menores y adultos, de este modo podrán controlar y supervisar qué hacen sus hijos en la red. Sobre los avances indicados, son un paso intermedio, los padres no pueden delegar su responsabilidad en el software de control parental, tampoco pueden estar supervisando continuamente lo que hacen los hijos ya que los menores también tiene derecho a la privacidad. Os recomendamos especialmente leer el artículo Avances tecnológicos en la protección del menor en redes sociales, no tiene desperdicio y seguramente será una gran fuente de información sobre el tema para muchos padres.

Foto | Franco Bouly

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