“No todo dura para siempre”, dice en algún momento Black Widow (Scarlett Johansson) hacia el final de
Avengers: Era de Ultrón (Avengers: Age of Ultrón, EU, 2015). Es obvio que Miss Johansson no estaba viendo la película en la que aparecía, pues la más reciente entrega de la interminable saga de la Marvel parece que dura para siempre.Lo más triste de esta nueva aventura de Los Vengadores es que sus virtudes, si es que las tiene son, casi todas ellas, extra-cinematográficas: que si es un previsible y estratosférico taquillazo global, que si es un eficaz engrane para hacer crecer aún más el Universo Marvel, que si es otro efectivo episodio marveliano que nos guía hacia lo que pasará en los siguientes filmes de cada uno de los héroes, así como en Avengers III y IV...Todo lo anterior está muy bien para la fanboyiza que delira con cada nuevo episodio fílmico de la Marvel pero, más allá de esto, ¿qué ofrece, cinematográficamente hablando, la secuela de The Avengers: Los Vengadores (Whedon, 2102)? Muy poco en realidad: después de la rutinaria secuela de acción inicial –la película comienza in media res, a la James Bond, a la Indiana Jones- hay algunos instantes en el que vemos al director Joss Whedon y a su cinefotógrafo Kramer Morgenthau montar alguna escena en la que los movimientos de la cámara y de los actores fluyen de manera natural.Apenas un pequeño signo de humanidad entre las desordenadas e interminables escenas de acción, entre los close-ups de Robert Downey Jr. diciendo gracejadas dentro de su traje de Iron Man, o entre los ininteligibles diálogos acerca del Cetro de Loki o de la piedra sagrada de quién-sabe-qué-sitio. Por si fuera poco, a la media docena de Vengadores ya conocidos –Iron Man, Black Widow, Capitán América (Chris Evans), Thor (Chris Hemsworth), Hulk (Mark Ruffalo) y Hawkeye (Jeremy Renner)-, súmele usted otros dos villanos que luego serán héroes –los gemelos “mejorados” interpretados por Aaron Taylor Johnson y Elizabeth Olsen- y otros dos más muy secundarios (el Falcón de Anthony Mackie, el War Machine de Don Cheadle) que ahora… son más secundarios aún. Ah, y otro más, con voz –y luego figura- de Paul Bettany.
Al final de cuentas, todos estos vengadores –los de primera división, los de segunda y los arrimados- se enfrentarán al villano Ultrón (voz de James Spader), un software maligno creado por Iron Man para proteger al planeta pero que -¡oh, sorpresa, nunca lo habría esperado!- ahora quiere destruirnos a todos.
Si algo podría rescatar de estos interminables 141 minutos es el buen rapport romántico entre Miss Johansson y Mark Ruffalo y, acaso, la regocijante vis autoparódica de Chris Hemsworth, que sigue demostrando, cada vez que le dan oportunidad, que podría ser un buen actor de comedias, si es que alguna vez se libra de Thor. Aunque supongo que esto no sucederá en los próximos años. Qué remedio.