Cuando hablamos de turismo y vacaciones, en muchas ocasiones tendemos a pensar en unos días de descanso en la playa pero, debido al cambio en el perfil del turista, la manera de disfrutar de las vacaciones esta variando. Uno de estos cambios es la aparición de distintos “tipos de turismo” y multitud de ofertas, no sólo en el mar, sino también en la ciudad y en la montaña. Uno de estos “nuevos turismos” es el relacionado con el mundo del vino, es decir, el turismo enológico.
Si hablamos de enoturismo, La Rioja es el destino ideal, ya que combina a la perfección las premisas que el turista va buscando en estos días de descanso. Y es que en esta región al norte de España se mezclan los mejores paisajes, las bodegas más antiguas (incluso centenarias), con vistas que ayudan a entender el proceso y sobre todo, la cercanía de sus gentes.
La historia de La Rioja está completamente vinculada al mundo del vino. La creación de este producto aparece a todos los niveles, por lo que hacer comprender la pasión hacia el vino de sus gentes y es uno de los cometidos de este tipo de visitas.
En relación con esto, durante este año 2013 en la ciudad de Haro (una de las más importantes en producción de vino) se está realizando la muestra “La Rioja Tierra Abierta: Luces de Modernidad”, en la cual se explica la evolución e historia de la ciudad con el vino como hilo conductor. Así vemos su explosión económica, su manera de trabajar en la antigüedad y cómo se vivía en aquella época. La importancia de esta ciudad fue tal, que junto con Jerez de la Frontera, fueron las primeras localidades en España que tuvieron luz eléctrica.
Además de conocer la historia de la región, es importante conocer de primera mano sus bodegas. Las visitas a las bodegas es una forma amena y divertida de adentrarse en este apasionante mundo. En ella nos enseñan las instalaciones, la sala barrica y depósitos, los viñedos, como es el proceso de elaboración y, normalmente, finaliza con una estupenda cata. Nos muestran con pasión el arduo trabajo que lleva producir el vino, desde la uva hasta que el descorche una botella, el esfuerzo de todos los trabajadores, desde el campo hasta la mesa. Un gusto para los amantes del vino.
Pero además del beber, en La Rioja es importante comer. La gastronomía riojana es una de las más contundentes y ricas del país. La diversidad de los productos y de la extensa huerta riojana convierte a esta gastronomía en una de las más reconocidas de España. Porque la mejor manera de disfrutar de un buen vino, es acompañado con una buena mesa. Los amantes de la carne tienen aquí su paraíso: carnes guisadas al vino, chuletillas de cordero asadas al sarmiento, patatas a la riojana…que, acompañados de un buen vino de Rioja, se convierten en un placer para los más exquisitos paladares.
Podemos complementar nuestra aventura enológica y disfrutar de una gran experiencia, visitando un museo como el Museo Dinastía Vivanco en Briones. Un viaje inolvidable por la Cultura del Vino en el que los visitantes podrán comprender mejor el proceso de elaboración del vino y la trascendencia cultural de este producto a lo largo de los siglos.
Nada como reservar unos días de vacaciones, así como un puente o un fin de semana para conectar con la naturaleza y conocer de primera mano todo lo relacionado con el mundo del vino. Con las ofertas que tienen páginas como Vuelo24 se puede conseguir los mejores precios en vuelos low cost para así ahorrar a la hora de reservar y comprar este viaje.
La aventura en La Rioja está cada vez más cerca.