Hacia tiempo que buscaba una foto oropendola, esto puede a priori parecer sencillo, y seguramente lo sea en otras latitudes, pero en la zona donde vivo no lo es en absoluto, estas oriolidae son aves muy termofilas y desde luego que el calor es un bien del que no disponemos en abundancia por estos lares.
A pesar de todo no son raras en la zona del valle del Ebro, y mas concretaménte en la parte alavesa del mismo que es la que mejor conozco. Es aquí donde he obtenido estas fotos, para ser las primeras tienen el premio de ser doble, en este caso dos machos.
Estas aves como digo ademas de su escasez no son fácilmente observables, bueno esto no es del todo cierto, lo que es complicado es fotografiarlas en buenas condiciones, normalmente se mueven por las copas de las choperas, hábitat predilecto de la oropendolas alavesas; Esto conlleva que casi siempre estén ocultas entre las hojas complicando las capturas.
Sin embargo con las armas de la paciencia y el oído, se puede lograr algo, paciencia para esperar a que se descubran y muestren su preciosa librea amarilla, y como no el oído, mas importante aún, sin su ayuda no es posible identificar el conspicuo canto y localizar la ubicación de las aves en las enormes copas cuajadas de hojas.
Este canto es al que hago alusión en el titulo de la entrada, el "tengo frío" característico, "tiro liro", y el reclamo, un monotono "creeeeeccc" como una puerta mall engrasada y crujiente abriéndose y cerrándose constantemente.
Va una muestra, aunque siempre hay diferencias con lo percibido en campo sirve como ilustracion:
Pero como es sabido a veces hay un tercer factor que compensa todas las dificultades, la suerte, y es esta la que me acompaño, (aunque una suerte lejana), uno de los dias de principios de mayo en una ribereña chopera alavesa. En esta época de celo dos magnificos machos se pelean por el territorio y se persiguen sin descanso a lo largo del agua en una frenética carrera, acaban agotados y probablemente roncos en una higuera no demasiado lejos de mi. Como cansadas de la batalla se miran frente a frente buscando un respiro antes de continuar la batalla.
Oropendola Oriolus oriolus Golden oriole
Bastante mas complicado el acertar a esta bola amarilla y negra en lo alto de la chopera, aqui si que la paciencia fue necesaria.
Lejana y desde abajo es es el resultado de esta espera para conseguir la foto, estaban muy inquietas reclamando constantemente pero sin apenas detenerse mas de 30 segundos en la misma rama.
Como de costumbre poca y a la contra luz en esta gris primavera.
Los dos machos deciden dejar de mirarse, uno de ellos se voltea y acto seguido decide irse, el de la derecha gano la batalla , aunque por esta vez sea solo "visual".
Vuelvo sobre mis pasos remirando las fotos en el rectángulo de cristal liquido de la cámara, esta no,esta no, esta tampoco, mientras me debato en la eterna insatisfacción del fotógrafo aficionado para con sus tomas, oigo el otro canto del otro protagonista de la entrada, tan característico como el de la oropendola si no mas, "kikikikikikikiki", la onomatopeya aquí es literal, exacta, así:
No me costó mucho localizar al ave que emitía estos sonidos, en una rama encima de mi cabeza, otra cosa fue conseguir verlo, pero cuando lo logré pude disfrutar del alocado canto del piccido que lo hacía como si nada pasase a su alrededor.
la visión desde abajo ofrece una perspectiva diferente a la habitual vista de esta ave.
Al de un buen rato de trinos en estéreo se echo el telón de la opereta y los actores se perdieron entre bastidores finalizando así la impecable función de hoy.
Eso es todo por el momento, muchas gracias por visitar el blog, un saludo y hasta pronto.