PRIMICIA MORTAL
data: http://www.imdb.com/title/tt2872718
Hay algo raro en Louis Bloom con sólo verlo. La sonrisa, la mirada, la postura que toma cuando se pone las manos en los bolsillos. Una falta de empatía psicópata que nos inunda al escuchar sus monólogos extensos, racionales, con frases prefabricadas de manuales de autoayuda. En ningún momento se conecta con los otros. No podemos imaginarlo en ninguna situación íntima. Es un búho, un ave de carroña, un pájaro que revolotea en el margen y la noche, donde se siente cómodo, donde puede medrar. Cuanto más esfuerzo hace en ser simpático y en convencer a su interlocutor, más difícil es creerle. Y el frío que nos corre por la espalda nos da la certeza que estamos ante la presencia de alguien que está mal, muy mal. Y que de a poco se va acomodando en la sociedad, logrando dónde ser respetado.
“Primicia mortal” (el título local para “Nigthcrawler”, “merodeador nocturno” para la traducción del original) pasó rauda por las pantallas locales y muchos pudieron perderse la excepcional actuación de Jake Gyllenhaal que se candidatea a muchos premios por esta interpretación. No es para dejarlo pasar. Agéndelo para ver en Netflix o el cable. Porque la película se sostiene en un sólido guión con un tono muy negro, humorístico a veces, y en la brillante actuación de Gyllenhaal. Hace tiempo que no veíamos a un personaje que pudiera hundirnos en la butaca sólo con su mirada o su tono al hablar. El Louis Bloom de “Primicia Mortal” no es un loco que corra a la gente con un hacha. Y no deja de causarnos miedo aunque en pantalla esté apenas torciendo las reglas. Sospecho que es porque todos nos hemos cruzado con gente así, personas que tienen tal confusión en su cabeza que pueden transformarse en un riesgo para todo el que se cruce en su camino.
La película es el ascenso de un ladrón de poca monta, solitario y sin estudios formales, en un camarógrafo de noticias sangrientas para los noticiarios de televisión. El negocio de Bloom (un Nightcrawler) es llegar antes que la policía y sus colegas y retratar sangre. Cuanto más cruento, más se venderá el video en los canales de noticias. Bloom empieza con una cámara de mano, aprendiendo el oficio en la trinchera. Y en sociedad con la productora de un canal de televisión mediocre, irá destacándose del resto, haciéndose un nombre en la profesión.
Su contraparte es Rene Russo que brilla en sus intervenciones. La pelirroja (esposa del guionista y director Dan Gilroy, hermano de Tony, también destacado guionista y director) regala el retrato de una mujer en decadencia que se aferra a la última chance de triunfo en una industria autodestructiva. La solidez del tándem Louis – Nina se sostiene en la dinámica de sobrevivencia: uno necesita al otro. Louis para trepar; Nina para no caer. Y la habilidad (patológica) de Louis es su capacidad para manipular la desesperación de Nina para lograr su objetivo.
Junto al rico retrato del delirante protagonista, que por sí solo justifica el filme, sobrevuela otra línea de reflexión: la necesidad del morbo como sostén del rating televisivo. Es una espiral que se retroalimenta: nunca alcanza la sangre. Porque una vez llegado a un nivel, es necesario elevar el escalón a un nivel más sangriento para que funcione. No hay límites, no hay momento de la reflexión. El que duda, pierde el contrato y sale de la industria. Así que no importa que lo que se vea en pantalla no tenga mérito para ser exhibido. Lo único que interesa es captar la atención del espectador, apelar de tal modo a los golpes bajos, que el televidente no pueda dar la espalda a la pantalla y se quede esperando qué más puede pasar, qué nuevo tragedia puedes registrar la videograbadora.
Un último detalle: Louis es un símbolo de esa parte de la sociedad que se está quedando afuera del juego. Su lucha no es sólo una cuestión de prestigio o rédito económico; es una batalla por sobrevivir. Cuando empieza el filme es una sombra, un adorno más del entorno, alguien no registrado por el resto de los mortales. A lo largo de la película, Louis, a codazos, se mete en la estructura, en la sociedad. Los chistes a los periodistas en los pasillos del estudio de noticias es un símbolo de que ha sido aceptado. Es uno más. Aunque todavía lo miren como un freak.
“Primicia mortal” es una película que no marcará época pero que tiene una solidez que se añora en estos tiempos.
Mañana, las mejores frases.